El triunfo del oficialismo nacional en las elecciones legislativas generó una ola de expectativas en el sector empresario, que ve en el nuevo escenario político una oportunidad para avanzar con las reformas estructurales, en especial la laboral y la impositiva. Desde la industria, la construcción, el agro y el comercio coincidieron en que el resultado de los comicios abre una ventana para flexibilizar el régimen de contrato de trabajo, mejorar la competitividad y reactivar la economía.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, reconoció que el desenlace electoral “sorprendió a todos” y consideró que la ciudadanía respaldó “la continuidad del plan económico de estabilización”. Según el empresario, el desafío ahora es “impulsar las reformas que aumenten la productividad”, entre las que señaló la laboral, la impositiva y la previsional como prioridades.
En la misma línea, Gustavo Idígoras, titular de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y del Centro Exportador de Cereales (CEC), sostuvo que el resultado “dará respaldo y estabilidad al mercado cambiario”, lo que permitirá encarar “reformas impositivas y laborales que fomenten inversiones, producción y exportaciones”.
En la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) consideraron que el momento es propicio para “consolidar condiciones de previsibilidad y competitividad” y reclamaron avanzar de forma “prioritaria” en una reforma laboral, tributaria y comercial.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Natalio Grinman, calificó de “imprescindible” que el Congreso logre los consensos necesarios para aprobar “las reformas estructurales” que el sector empresario considera clave.
Entre los industriales también predomina la idea de que llegó la hora de “cruzar el río”. El titular de la Unión Industrial de Córdoba (Uicba), Luis Macario, afirmó que el Gobierno nacional debe interpretar el voto como una validación del rumbo económico y aseguró que existe “consenso general” en torno a la necesidad de encarar reformas profundas. Aunque admitió que el proceso será “difícil y requerirá esfuerzo”, sostuvo que “el camino está trazado”.
El dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Luis Ammaturo, coincidió en que la prioridad debe ser “acelerar los cambios en materia laboral e impositiva” para evitar que la economía “se quede en la vía”, consignó el diario "Ámbito".
Con un tono más cauteloso, el presidente de Industriales Pymes Argentinas (IPA), Daniel Rosato, advirtió que la mejora de la competitividad “no depende solo de la reforma laboral” y pidió políticas activas para promover la inversión y proteger a las pequeñas y medianas empresas frente a una eventual apertura comercial.