Viajar al espacio no es un desafío cualquiera. Este acto de valentía hacia fuera del mundo, donde no existen condiciones para que un humano pueda sobrevivir es una hazaña hercúlea. Pero el mérito se triplica cuando todo ocurre fuera de la esclusa del aire, donde los astronautas se animan a la penumbra y sus cuerpos se exponen a un continuo de cuatro dimensiones, sin atmósfera y saturada de radiación.
“Es como envejecer 10 años en la Tierra”: así se distorsiona el tiempo en el espacioEntre las históricas y escasas caminatas espaciales que los humanos realizaron a lo largo de la historia, la de los cosmonautas rusos se suma a otra hazaña memorable. Los astronautas completaron su segundo paseo espacial juntos, instalando experimentos y realizando tareas de mantenimiento en el exterior de la Estación Espacial Internacional.
El comienzo de la expedición espacial
El comandante de la Expedición 73, Sergey Ryzhikov, y el ingeniero de vuelo Alexey Zubritsky, ambos de la corporación espacial federal Roscosmos, regresaron al vacío del espacio el martes para continuar y ampliar el trabajo que iniciaron durante una actividad extravehicular (EVA) el 16 de octubre. Durante esta última salida, pasaron seis horas y 54 minutos montando, reubicando y limpiando el hardware del módulo de laboratorio multipropósito Nauka (MLM) de la Estación Espacial Internacional, según indicó Space.com.
Esta actividad extravehicular, al igual que la de hace dos semanas, comenzó con Ryzhikov y Zubritsky abriendo la escotilla del Módulo de Investigación Poisk-2, esta vez a las 10:18 EDT (14:18 GMT). Tras reunir sus herramientas, los cosmonautas utilizaron una grúa telescópica, llamada pluma Strela, para desplazarse hasta su primer lugar de trabajo en el Módulo Nauka.
Las tareas de mantenimiento
Allí abordaron la primera tarea importante: acoplar un aparato de dos partes para dar soporte a un experimento de plasma pulsado (Impuls) y a una investigación sobre el efecto de las naves espaciales en la ionosfera terrestre. Mientras tanto acoplar un aparato de dos partes para dar soporte a un experimento de plasma pulsado (Impuls) y a una investigación sobre el efecto de las naves espaciales en la ionosfera terrestre.
Ryzhikov y Zubritsky retomaron entonces un experimento que habían instalado durante la caminata espacial realizada dos semanas antes. Ekran-M, o experimento de epitaxia por haces moleculares, está diseñado para producir materiales muy delgados para su uso en semiconductores. Tras descubrir una junta suelta en la cámara del dispositivo, el control de la misión les indicó a Ryzhikov y Zubritsky que la extrajeran cuidadosamente con pinzas.
Los astronautas insertaron entonces un casete de repuesto en el Ekran-M y, a pesar de tener que usar bridas para sujetarlo, el control de la misión informó haber obtenido datos correctos. El casete antiguo será devuelto a la Tierra para su análisis.
Trabajo completado
La caminata espacial terminó a las 5:12 pm EDT (2112 GMT) con Ryzhikov y Zubritsky de regreso a salvo dentro de la esclusa de aire Poisk.
La actividad extravehicular (EVA) del martes fue la tercera de la Expedición 73 y la número 277 en apoyo del ensamblaje y mantenimiento de la Estación Espacial Internacional desde 1998. Fue la segunda caminata espacial de Zubritsky, lo que eleva su tiempo total fuera del espacio a 13 horas y 3 minutos, y la tercera de Ryzhikov, quien ahora acumuló un total de 19 horas y 51 minutos en el vacío del espacio.