El destino de los tres astronautas chinos, es la estación orbital Tiangong. La misión conocida como Shenzhou-21 (significa Barco Divino) es parte del plan rutinario espacial de China, pero este lanzamiento tiene apenas apariencia de eso. Sucede que se produce semanas más tarde de que la NASA confirmara que la Estación Espacial Internacional (EEI) dejará de operar en 2030. De ese proyecto, el más importante de colaboración entre naciones, los chinos habían quedado afuera por no ser "fiables".

La pausa en su motivación por formar parte del desarrollo espacial no fue opción. Se movieron solos, crearon Tiangong y con el lanzamiento de hace pocas horas llevan 16 viajes tripulados y 21 en el programa de la nave espacial. Con Tiangong, China advirtió que además de estar en el mercado de las estrellas, también quiere cambiar las reglas.

La retirada progresiva de la ISS deja un vacío que Tiangong ocupará, con el claro mensaje que la exploración espacial ya no es exclusiva de las potencias tradicionales. 

La estación china está diseñada para operar al menos 10 años. Si todo sale según lo previsto, Tiangong será la única estación habitada cuando la ISS se retire en los próximos años.

El nuevo equipo que se instalará en la estación espacial realizará experimentos con miras a la ambiciosa meta de llevar astronautas a la Luna para 2030 y eventualmente construir una base en su superficie. Entre las cargas que transporta la nave hay ladrillos que imitan el suelo lunar que serán probados para ver cómo se comportan en condiciones de extrema radiación, gravedad, temperatura y otras situaciones.

La tripulación está integrada por Zhang Lu, Wu Fei y Zhang Hongzhang, con el primer como comandante de la misión, en lo que constituye el trigésimo séptimo vuelo del programa espacial tripulado chino y la sexta misión durante la fase de aplicación y desarrollo de la estación.

Todos ellos habitarán la estación, un laboratorio donde se decide el futuro de la exploración humana más allá de la Tierra. Con 32 años recién cumplidos, Wu Fei se convierte en el astronauta más joven en la historia de China, en representación de una nueva generación que comienza a integrarse de forma habitual en el programa espacial.