En la era de la inmediatez, el internet lento no es compatible. Las noticias fugaces, los mensajes urgentes, el teletrabajo y la música por streaming no pueden esperar a la latencia y velocidades de carga y descarga altas. En los tiempos donde nuestra vida depende de la conexión Wi Fi necesitamos de una red estable.

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Para que nuestras tareas cotidianas puedan continuar con normalidad, en la era moderna necesitamos de un buen funcionamiento de la red invisible que nos mantiene conectados, ya que un Wi-Fi inestable, con retrasos y problemas puede acabar en frustraciones y contratiempos. Existen maneras de solucionar los inconvenientes en la velocidad de internet, chequeando simplemente cuatro aspectos de nuestro router.

De acuerdo con el medio especializado ZDNET, la ubicación y el alcance del router que nos provee conexión, pueden cambiar rotundamente el tipo de conexión con el que contamos. La correcta posición, altura y cercanía o alejamiento de ciertos objetos puede hacer la diferencia.

Los cuatros aspectos que tenés que revisar de tu router

1. La importancia el alcance

Siempre es cierto que la ubicación es clave. Pero la eficacia de tu router también se ve afectada por el tamaño de tu casa y el alcance de la señal del router.

Un único punto de acceso inalámbrico debería ser suficiente para la mayoría de los departamentos y casas pequeñas (de 140 metros cuadrados o menos). Las casas más grandes, de varias plantas, presentan un desafío diferente que se resuelve mejor actualizando a una red de malla  Las redes de malla constan de un punto de acceso principal y nodos adicionales que se pueden colocar en distintos puntos del espacio para garantizar una cobertura uniforme.

Los routers de largo alcance y los extensores Wi-Fi también son opciones para maximizar la eficiencia del router. Sin embargo, independientemente del número de transmisores digitales que tenga, la ubicación de su punto de acceso principal es crucial para el rendimiento general.

2. En lo alto y en el centro

Lo lógico es colocar el router en una zona central de la casa para conseguir una cobertura Wi-Fi lo más uniforme posible. Sin embargo, a veces no es tan sencillo. Es probable que el técnico de tu proveedor instalara el router cerca de la antena que llega al edificio. Si tenés la opción de conectar el módem a una habitación más céntrica mediante un cable Ethernet, el router podría mejorar considerablemente la cobertura en toda la casa.

Elevar el router aumenta su alcance. Colocarlo a cierta altura del suelo ayuda a minimizar las interferencias de señal, desde muebles hasta personas. Si no contás con una estantería alta, considerá colocarlo sobre una cómoda alta o un armario.

Una ubicación central ayuda a garantizar velocidades constantes y aumenta la seguridad de la red por lo que es menos probable que los routers de los vecinos saturen la señal.

3. Otros dispositivos pueden interferir

De todos los electrodomésticos comunes, el horno microondas representa la mayor amenaza de interferencia electrónica para el router. Esto se debe a que la radiación que emite tiene una frecuencia muy cercana a la banda operativa del router (alrededor de 2,4 GHz). Muchas veces, la proximidad del microondas resulta inevitable en departamentos y casas con espacio limitado en grandes ciudades.

Si es posible, evitá las zonas donde tu router pueda verse afectado por dispositivos que dependen de la conexión Wi-Fi, incluso si esto significa alejarlo de la impresora de la oficina en casa.

4. Cuidado con las antenas

Todos los routers Wi-Fi tienen antenas, ya sean integradas discretamente en el dispositivo o sobresaliendo como las de un televisor antiguo. Las antenas articuladas no son un indicio de antigüedad; de hecho, pueden contribuir a una cobertura más uniforme.

Ya sea que tu router tenga dos u ocho antenas, podés ajustarlas para optimizar la distribución de la señal. Estas emiten señales en todas direcciones, describiendo una onda toroidal perpendicular a la antena, detallaron desde ZDNET. Esto significa que orientarlas hacia arriba puede beneficiar más a una casa pequeña o de una sola planta, ya que la señal se propaga desde su posición vertical. Lo mismo ocurre con una antena colocada horizontalmente, que podría tener mejor cobertura en las zonas superiores o inferiores.