La aproximación del cometa 3I/ATLAS desató un nuevo debate en la comunidad científica. Mientras el objeto interestelar sigue su trayectoria hacia la Tierra tras superar el perihelio solar, resurgió una escalofriante predicción formulada hace una década por el ya fallecido físico británico Stephen Hawking. Su teoría se centraba en la naturaleza desconocida de los objetos interestelares que se aproximaban a nuestro sistema. 

A esto se suma la tesis del físico teórico de Harvard, Avi Loeb, quien días atrás sugirió que el cometa podría ser una sonda enviada por seres inteligentes de otro mundo. Una de sus justificaciones es que el cuerpo celeste, de dirección no hiperbólica alrededor del Sol, aparentemente redujo su velocidad al acercarse al perihelio. 

Cómo observar el cometa interestelar 3I/ATLAS con telescopios pequeños: la guía de un experto

Pese al furor que causó este visitante, los análisis de la NASA y la ESA indican que su punto más cercano a la Tierra será el 19 de diciembre a una distancia segura de 270 millones de kilómetros, por lo que no representa un peligro para la vida humana.

El Cometa 3I/ATLAS reaviva la escalofriante profecía de Stephen Hawking sobre los extraterrestres

Las recientes teorías de Loeb sobre un posible objeto artificial cobran un contexto alarmante al recordar la advertencia que Stephen Hawking planteó en 2010 durante su serie documental de Netflix, Into the Universe. Hawking comparó una eventual visita extraterrestre con la llegada de Colón a América, que "no terminó bien para los nativos americanos", sentenciando que "la vida inteligente podría evolucionar hasta convertirse en algo con lo que no querríamos encontrarnos”. 

En ese sentido, calificó como un error que la NASA y otras organizaciones enviaran sondas con nuestras coordenadas, vídeos e imágenes de la Tierra. Tales tecnologías podrían atraer civilizaciones con escasez de recursos que, al límite de su capacidad, nos invadirían, eliminarían y se apoderarían de nuestro planeta. 

Esto conecta directamente con la "hipótesis del bosque oscuro" (título de una novela de Liu Cixin), la cual postula que las comunidades alienígenas permanecen ocultas y en el anonimato por miedo a ser destruidas por civilizaciones más avanzadas. A pesar de estas presunciones, tanto la NASA como la ESA reiteraron que el objeto en cuestión no presenta ninguna señal anómala y que su comportamiento es el de un cometa natural. 

La investigación continuará hasta enero de 2026, cuando se pierda de vista, con la esperanza de que cada medición y cada imagen ofrezcan nuevas respuestas sobre los procesos que forjan el universo, incluso más allá de nuestro alcance de estudio.