El cierre del WTA 125 de Tucumán dejó algo más que una semana de tenis de primer nivel. Para Augusto Arquez, presidente de la Asociación Tucumana de Tenis (ATT), el torneo significó “haber tocado el cielo con las manos”. Desde el entusiasmo y el trabajo constante, el dirigente trazó un balance positivo de una organización que, en pocos meses, pasó de una idea improvisada a un evento histórico para la provincia.
“Estamos muy contentos. Creíamos que estábamos muy lejos de algo así, pero cumplimos con creces las expectativas. Si tuviera que poner una nota, sería un siete u ocho. Esto empezó en una servilleta hace cuatro meses, cuando le propuse a Damián Steiner la posibilidad de hacer un 125. Desde ahí empezamos a diagramarlo y se fue dando todo”, relató Arquez.
El inicio de la historia
El camino hacia este torneo comenzó varios años atrás, en plena pandemia. “En 2022 hicimos una reunión con Mercedes Paz para ver cómo podíamos relanzar el tenis femenino en Tucumán. En ese momento el tenis argentino estaba en un cambio de paradigma y quisimos ser parte de eso. Nos juntamos tres partes: la ATT, el club Tucumán Lawn Tennis y la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Esa simbiosis funcionó muy bien”, recordó.
Con esa alianza nacieron los primeros torneos internacionales en suelo tucumano. “Arrancamos con uno, después hicimos cuatro por año. Este debe ser el número 21. A comienzos de año dije que iba a organizar uno solo, pero terminamos haciendo cuatro: un M25 en Las Lomitas, un Challenger en Lawn Tennis, un torneo Sub 18 y ahora este WTA 125. Cuando creo que estamos llegando al techo, siempre subimos un poco más”, explicó con orgullo.
Inversión, legado y futuro
Más allá del espectáculo deportivo, Arquez destacó el impacto estructural que deja el evento. “La producción del torneo se hace cargo de los gastos, y el dinero se invierte en infraestructura. Acá se remodelaron los vestuarios, se mejoró toda la caminería y se invirtieron casi 10 millones de pesos. Todo eso queda para el club. En el próximo torneo podremos seguir mejorando otros sectores”, señaló.
El objetivo, remarcó, es claro: “Que los clubes sigan creciendo. Una vez que la infraestructura esté completa, la recaudación de las boleterías quedará directamente para ellos”.
Además, el dirigente confirmó que Tucumán ya tiene asegurado un torneo M25 masculino para 2026, y adelantó que hay gestiones para traer nuevamente el circuito femenino internacional. “Si en fútbol esto fuera comparable, te diría que el WTA 125 es como traer la Copa América. Por nivel, organización y puntos en juego, es uno de los eventos más grandes que puede tener una provincia”, comparó.
Motor económico
El presidente de la ATT también subrayó la importancia económica del evento para la provincia. “Durante la semana del torneo trabajan más de cien personas: desde el kiosquero hasta los taxistas, los hoteles y los quioscos de enfrente del club. Todo genera movimiento y deja plata en Tucumán. El Estado podría colaborar más, porque cada peso invertido se multiplica por seis”, explicó.
Un semillero que florece
El WTA 125 también dejó un mensaje para las nuevas generaciones. “Antes los chicos veían a las figuras y pensaban que era imposible llegar. Hoy eso cambió: ven de cerca a las jugadoras internacionales y dicen ‘yo quiero estar ahí’. Ese es el verdadero legado”, sostuvo Arquez.
Actualmente, Tucumán cuenta con 20 clubes con escuelas de tenis activas y más de 300 jugadores participando en los torneos interclubes. “Tenemos competencia constante, desde chicos de 10 años hasta adultos de 75. El semillero va a crecer a medida que sigamos trayendo torneos de este nivel”, aseguró.
El sueño continúa
El dirigente no esconde su entusiasmo por lo que vendrá. “Este torneo nos consolidó. Es un tren que no se puede detener. Ahora tenemos que seguir gestionando, día a día, para que los sponsors y el Gobierno acompañen. Cada evento internacional abre una puerta nueva”, dijo.
Y, como cierre, dejó una frase que resume el espíritu de todo el trabajo. “Antes soñábamos con un WTA 125. Ya llegamos. Ahora el sueño es que se consolide y que, por qué no, algún día podamos traer un WTA 250. Tocamos el cielo… y ahora nos gusta estar ahí”, concluyó.