Entre diagnósticos precisos, experiencias por áreas y por empresa y exposición de trabas y problemas, la convocatoria “Encuentros LA GACETA” ha sido una vidriera de cómo funciona el agro, que, enfocado en programas con miras de futuro, podría ser un motor del desarrollo, como lo planteó el economista y especialista en agronegocios Roberto Bisang.

Uno de los temas que ha cruzado todas las mesas de debate y exposición en el ciclo ha sido la tecnología, que -al decir de una de las expositoras- vuelve pionero digital al productor tradicional, y no es una opción sino el camino para sobrevivir, ya que por medio del uso de datos ayuda al productor a ser más eficiente y en otros casos implica, mediante la robótica y la IA, repotenciar muchas actividades agrícolas.

Sin embargo, hasta ahora la estructura productiva ha girado en círculos, señaló Bisang, a causa de cuatro problemas estructurales: la pérdida de motores industriales tradicionales; la concentración poblacional en conurbanos empobrecidos; la falta de sectores tecnológicos dinámicos y la urgencia ambiental. Esto, dijo Bisang, es un desafío para el campo.

Por otra parte, referentes del campo y la agroindustria delinearon una agenda estratégica: aliviar la presión impositiva, recuperar infraestructura y planificar políticas específicas para la región. El presidente de la Sociedad Rural, José Frías Silva, destacó que se están discutiendo temas de fondo, pero advirtió que los saldos a favor de IVA y los ingresos brutos provinciales siguen siendo un obstáculo que erosiona la rentabilidad, así como las asimetrías. “A lo impositivo se le suma lo que gastamos en fletes, porque el NOA está lejos de los puertos y con rutas deterioradas. Todo eso encarece nuestra producción”.

La problemática de la infraestructura fue desarrollada por Gonzalo Blasco, ingeniero agrónomo, productor y ex presidente de la Asociación de Productores del Norte. “En Tucumán, la infraestructura está quedada respecto de otras provincias del NOA. Las rutas son un ejemplo: pasamos del asfalto al ripio y del ripio a la tierra, una regresión única en el mundo”, ironizó Blasco, que explicó que la falta de conectividad limita la competitividad de la región. Pidió reactivar el Ramal C8 del tren Belgrano Cargas, que permitiría conectar la provincia con el centro del país. Por su parte, Diego Falivene, abogado y productor agropecuario del grupo CREA NOA planteó que la agricultura norteña enfrenta un límite productivo que solo se superará con innovación.

Los debates han sido una ventana para aportar ideas en un marco de constante cambio que combina incertidumbre y expectativas. “Tenemos que entender que la agricultura del futuro no es la de nuestros abuelos. El campo del NOA tiene que apostar a la especialización y a la industrialización del origen. Solo así podremos dejar de ser la región que produce con esfuerzo y empezar a ser la que compite con inteligencia”, concluyó Falivene. Y Frías Silva sintetizó sus expectativas: “Lo único que pedimos es que nos dejen trabajar”.