Ryan James Wedding pasó de competir en el deporte olímpico a encabezar una de las redes de narcotráfico más grandes y violentas de los últimos años. Hoy, las autoridades de Estados Unidos y Canadá lo consideran “una versión moderna de Pablo Escobar y de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”: controla rutas protegidas por el Cártel de Sinaloa, mueve toneladas de cocaína y dirige un complejo entramado financiero que opera en varios continentes. Su paradero actual: México.
Una recompensa millonaria y un puesto entre los fugitivos más buscados
Wedding figura en la lista de los 10 prófugos prioritarios del FBI. Washington ofrece 15 millones de dólares por información que lleve a su captura, una cifra excepcional que solo comparten criminales del nivel de El Mencho.
Las autoridades lo vinculan con la importación anual de hasta 60 toneladas de cocaína, trasladadas desde Colombia y México hacia Estados Unidos y Canadá por rutas cuidadosamente protegidas.
El respaldo del Cártel de Sinaloa
La expansión del grupo que lidera Wedding se explica en parte por su alianza con el Cártel de Sinaloa, que le brindó acceso a armas, protección territorial y contactos dentro de fuerzas de seguridad mexicanas.
Entre sus principales operadores figuraba Edgar Aaron Vázquez Alvarado, alias El General, un exagente policial que se encargaba de tareas de inteligencia, control de rutas y localización de objetivos.
Esta estructura le permitió instalar depósitos en México y California, mover dinero a través de empresas fachada y manejar un circuito de lavado de activos que alcanzó Europa y Canadá.
La ruta de la cocaína: del laboratorio al norte
La organización de Wedding compraba grandes cargamentos de cocaína en Colombia. Desde allí, la droga viajaba por rutas tradicionales hasta México, donde era custodiada por células del Cártel de Sinaloa.
Una vez en suelo mexicano, empresas registradas a nombre de colaboradores servían como cobertura para trasladar la mercancía en camiones hacia la frontera de California. La droga ingresaba por Los Ángeles y desde allí se repartía hacia Canadá mediante una red de transporte legal e ilegal.
El dinero se movía entre compañías mexicanas, canadienses, británicas e italianas dedicadas a combustibles, seguridad privada, joyería y hasta motocicletas de lujo.
Una estructura violenta y tecnificada
La red no solo se apoyaba en la logística tradicional del narcotráfico. Las autoridades detectaron:
Uso intensivo de criptomonedas
Compra de bienes de lujo para blanquear ingresos
Transferencias trianguladas entre varios países
Acciones de intimidación y asesinatos para silenciar rivales o testigos
Uno de los episodios más graves involucró la filtración de datos de un testigo protegido en un sitio canadiense, lo que derivó en su asesinato en Medellín.
Quiénes eran sus principales colaboradores
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) sancionó a toda la estructura financiera y operativa de Wedding. Entre los nombres más relevantes aparecen:
Miryam Andrea Castillo Moreno, su esposa: responsable del manejo financiero.
Deepak Balwant Paradkar, abogado canadiense: brindaba servicios ilegales y filtraba información judicial.
Carmen Yelinet Valoyes Flórez, colombiana: implicada en logística y operaciones violentas.
Rolan Sokolovski, joyero canadiense: eje del lavado mediante joyerías.
Gianluca Tiepolo, exfuerzas especiales italianas: creador de empresas fachada europeas.
John Anthony Fallon, británico: manejaba sociedades en Reino Unido.
Edgar Aaron Vázquez Alvarado, el exagente mexicano que le brindaba protección armada.
Las investigaciones también identificaron compañías en México —como Grupo Ares Imperial y VRG Energéticos— utilizadas para mover dinero y combustible en operaciones de blanqueo.
Cargos y operaciones en su contra
El Departamento de Justicia estadounidense acusa a Wedding de:
Dirigir una empresa criminal continua
Tráfico masivo de drogas
Homicidio agravado
Lavado de dinero
Amenazas e intimidación de testigos
Durante operativos recientes se incautaron más de dos toneladas de cocaína, armas de alto poder, 13 millones de dólares en bienes y 3 millones en criptomonedas.
En la Operación Giant Slalom, agentes de Canadá, Estados Unidos, Colombia y Europa detuvieron a 12 integrantes de su círculo más cercano.
Prófugo en México
Wedding sigue evadiendo a las autoridades. Su última ubicación confirmada fue en México, donde se presume que permanece oculto bajo protección del Cártel de Sinaloa y utilizando identidades falsas.