Por primera vez en 24 años, la Iglesia Católica de Misiones debió pagar un canon a Vialidad Nacional para permitir el desplazamiento de más de 12.000 peregrinos por la ruta nacional 12 rumbo al santuario de Nuestra Señora de Loreto, una de las festividades religiosas más importantes de la provincia. El cobro generó un fuerte malestar en la comunidad católica y abrió un debate sobre el uso de las rutas para manifestaciones de fe.
La diócesis pagó $560.000 para realizar la peregrinación
El reclamo salió a la luz cuando el sacerdote Leonardo Cuenca, rector del santuario de Loreto, publicó un video en redes sociales denunciando que por primera vez debieron abonar 560.000 pesos para que miles de fieles pudieran caminar o circular en bicicleta por la ruta 12.
Según explicó, el monto fue exigido por Vialidad Nacional como pago por la “intervención del camino”, y el depósito se hizo en las cuentas de la Agencia de Recaudación y Control de Argentina (ARCA).
“En el país de la libertad, hoy tuvimos que pagar un arancel para poder peregrinar. Hasta para peregrinar ahora hay un impuesto”, cuestionó el sacerdote.
Cuenca señaló además que la ruta 12 se encuentra en mal estado, con carteles tapados por vegetación y sectores donde la selva avanza sobre la calzada. “La contraprestación de Nación es nula”, remarcó.
Una tradición de fe y ninguna exigencia de pago durante más de dos décadas
El sacerdote recordó que durante 24 años la peregrinación se realizó sin que Nación exigiera un canon. La Iglesia solo abonaba un seguro para los peregrinos, aunque aclaró que “no es una obligación ni una exigencia formal”.
La peregrinación de este año reunió a más de doce mil personas entre caminantes y ciclistas, acompañados por organismos de seguridad como la Policía de Misiones, Gendarmería, Prefectura y personal sanitario del Ministerio de Salud provincial, ninguno de los cuales solicitó pagos.
La justificación de Vialidad Nacional
Consultados por el diario El Territorio, voceros de Vialidad Nacional afirmaron que el cobro está previsto en la Ley Nacional de Tránsito, cuyo artículo 60 establece un canon por el uso de la vía pública “para fines extraños al tránsito”, entre ellos:
manifestaciones,
mitines,
exhibiciones,
competencias pedestres, ciclísticas o automovilísticas.
Según la explicación oficial, en los años anteriores no se cobró porque los organizadores “no habían solicitado el permiso correspondiente”. Este año, en cambio, el trámite formal fue presentado y derivó en la aplicación del canon.
Preocupación por un posible precedente
El sacerdote Cuenca alertó sobre las posibles consecuencias del cobro:
“Esto puede sentar un precedente para todo tipo de peregrinaciones o manifestaciones de fe. No inquieta tanto pagar, sino que Nación se desentienda de algo tan cultural y propio de la región”.
Además, contó que consultaron a los obispados de Luján e Itatí, dos de los mayores centros de peregrinación del país, y confirmaron que allí nunca se exigió un pago similar.
Un debate abierto sobre fe, tradición y el uso de las rutas nacionales
El polémico canon generó una fuerte indignación entre los fieles y sectores religiosos de Misiones, que consideran que el cobro atenta contra una tradición profundamente arraigada. Al mismo tiempo, la decisión reavivó la discusión sobre la aplicación de la Ley de Tránsito en eventos multitudinarios de carácter cultural, religioso o deportivo.
La denuncia del sacerdote, viralizada en redes, promete mantener el tema en agenda mientras la Iglesia analiza los pasos a seguir para evitar que esta situación se repita en futuras peregrinaciones.