El fin de semana largo dejó dos imágenes claras de cómo los tucumanos y visitantes eligieron disfrutar sus días de descanso: por un lado, El Cadillal volvió a convertirse en un punto de encuentro gracias a la tercera edición del “Festapir”, una celebración que mezcló música, arte y conciencia ambiental; por otro, Tafí del Valle recibió un notable movimiento turístico, con familias, grupos de amigos y parejas que buscaron un respiro en la montaña.
El Cadillal celebró al “ingeniero del bosque”
Ayer el anfiteatro “Los Tucu Tucu” en El Cadillal se colmó de música, actividades educativas y público de todas las edades durante el Festapir, un evento que ya se consolidó como uno de los encuentros ambientales más importantes de la provincia. La jornada, organizada por la Reserva Experimental Horco Molle, el Ente Tucumán Turismo, la UNT, la Facultad de Ciencias Naturales e IML y la Comuna de El Cadillal, tiene como objetivo ponderar el regreso del tapir a las Yungas tucumanas.
Considerado un “ingeniero del bosque” por su capacidad para dispersar semillas y favorecer la regeneración de los bosques, el tapir es una especie clave para mantener la salud del ecosistema. Su reintroducción, impulsada por equipos científicos y voluntarios, representó un avance histórico para la provincia y un ejemplo nacional de conservación.
Javier Milei destacó el récord de ocupación hotelera durante el fin de semana largoPor eso, el Festapir buscó precisamente poner en valor ese logro, combinando ciencia, compromiso comunitario y disfrute colectivo.
El escenario recibió a artistas como Karma Sudaca, Melina Cabocoto, Mariana Kazakova, Carlos Podazza, Ana Marcilla, Grillo Córdoba, Dúo Tafinando, Mariela Acotto, Sofía Ibáñez, José Décima, Kimsa Juy y Santiago Caminos, en una grilla diversa que unió rock, tango y folclore. Pero eso no fue todo, ya que hubo arte en vivo, ferias de artesanías, juegos para niños y espacios informativos sobre conservación y turismo responsable.
“Cuidar al tapir es cuidar las Yungas, y cuidar las Yungas es cuidar nuestra casa común”, fue el mensaje central de esta particular celebración que conecta a los tucumanos con sus raíces.
Para muchos de los asistentes, el festival fue también una oportunidad de reconexión con la naturaleza y reflexión sobre la preservación del ambiente en un contexto donde las Yungas están cada vez más amenazadas.
Tafí del Valle: aire puro y un clima amable
Mientras El Cadillal vibraba con música y ambiente festivo, Tafí del Valle vivió un fin de semana largo marcado por el buen clima y una gran afluencia turística.
“Queríamos aire puro y un descanso de la ciudad”, dijo Ana Robledo, quien viajó desde San Miguel de Tucumán con su familia el viernes temprano. La docente contó que eligieron el valle porque las temperaturas eran ideales para disfrutar con sus dos hijos.
“El clima estaba perfecto, ni frío ni caluroso, ideal para caminar. Había bastante gente, no como en verano, pero sí se notaba que muchos tuvieron la misma idea. Paseamos por el lago, visitamos artesanos y comimos unas empanadas increíbles”, relató.
Ignacio Riera, en tanto, viajó con un grupo de amigos. Según describió, Tafí los recibió con días soleados y noches fresquitas. “Tal como esperábamos”, afirmó. Lo que sí los sorprendió fue el movimiento turístico. “Había más gente de lo que creíamos para esta fecha. No era un caos como en enero, pero las ferias y el lago estaban muy concurridos. Igual encontramos espacios para relajarnos y tomar unos mates con vista a las montañas”, expresó.
Fernando Villagrán y su novia Camila también eligieron Tafí del Valle para desconectarse del ritmo laboral. “El pronóstico anunciaba un clima espectacular para hacer senderos y acertamos. Aunque buscábamos tranquilidad, nos encontramos con bastante gente paseando, más de lo que imaginábamos. Igual lo disfrutamos un montón: caminamos hasta el Cerro de la Cruz, probamos algunos quesos artesanales y nos desconectamos de los celulares, que era lo que más necesitábamos”, contó.
Así estos días cuatro días de descanso que tuvieron muchos, en nuestra provincia fue sinónimo de busca de naturaleza y movimiento turístico.
Entre la fiesta ambiental de El Cadillal y la calma vibrante de Tafí del Valle, el fin de semana largo mostró una diversidad de propuestas que incluyó eventos comunitarios que celebran la conservación hasta escapadas que permiten disfrutar la montaña. Tanto en el lago como en el valle, miles de personas eligieron conectarse con el entorno natural, aprender, descansar o simplemente compartir buenos momentos al aire libre.