El ataque de con un cuchillo de un alumno a una compañera de 13 años en la Escuela Media de Alderetes disparó todas las alarmas. La víctima se recupera bajo atención hospitalaria, pero el gravísimo episodio, que por fortuna no tuvo consecuencias peores, ha generado amplio temor entre los padres de los estudiantes y también causó preocupación entre las autoridades educativas, sanitarias y hasta del mismo Gobernador, que lamentó el violento episodio, prometió poner mayor énfasis en el control de cada uno de los chicos y advirtió que no basta con culpar a docentes o directivos, sino que “esto hay que empezar a resolverlo desde la casa”.
Hay que decir que lo sucedido se inscribe en una situación de malestar que ya ha tenido otros episodios emergentes. El 25 de marzo un alumno apuñaló a un compañero en una escuela de Acheral, lo cual fue filmado y difundido por redes sociales; el 29 de agosto un grupo de estudiantes patoteó a un compañero en la escuela Obispo Colombres; y en septiembre una niña de 9 años intentó quitarse la vida a raíz del “bullying” que sufría.
Ayer, conmocionados por lo sucedido, los padres de la escuela de Alderetes pedían ayuda y hablaban de un clima inquietante. Una madre mencionó peleas que suceden afuera de la escuela, y algunos estudiantes estaban atemorizados y decían haber escuchado rumores de “bullying”. Solo cuando los directivos de la escuela recibieron a los padres para darles confianza de que se estaba trabajando sobre lo sucedido, la situación se tranquilizó y la policía que custodiaba la escuela se retiró.
Cabe destacar lo dicho por la Ministra de Educación, que relató que se están impulsando dispositivos de mediación escolar para abordar conflictos entre estudiantes en 600 escuelas en las escuelas primarias y que se está avanzando en toda la secundaria. Añadió que se trabaja “con los centros de estudiantes para que se organicen, aprendan a convivir y a vivir dentro de la escuela”.
La funcionaria reconoció que en los últimos meses se han registrado “muchas sintomatologías” que requieren atención en los adolescentes. “Hay adicciones al juego, consumos problemáticos e incluso el índice de suicidios ha sido importante. Los jóvenes están pidiendo que los adultos los acompañemos”, dijo. Destacó que la cartera educativa realizó “unas 20 reuniones con cerca de 30.000 chicos”, incluyendo juegos estudiantiles, talleres y encuentros con centros de estudiantes.
Las autoridades están poniendo el foco en trabajar con las familias para que se refuercen los controles desde los hogares. “Hay que escuchar a los chicos, revisar mochilas, hablar, ver con quiénes se juntan. No puede la directora revisar 400 mochilas; la familia es la responsable de los chicos que manda a la escuela... si un chico lleva un arma a la escuela, hay que pensar qué está pasando antes”, describió. La cuestión es poner énfasis en ese trabajo mancomunado para saber qué pasa en una sociedad en crisis, que de tanto en tanto refleja sus conflictos con estos episodios inquietantes.