Desde este año, Tucumán cuenta con una nueva ruta directa de vuelos con conectividad hacia el resto del mundo. Tres vuelos semanales (martes, jueves y domingos, a las 1.50), quienes decidan pasar sus vacaciones en Centroamérica pueden ingresar por Ciudad de Panamá. Pero, ¿cómo se puede descubrir este destino turístico que, para muchos viajeros, era solo de paso en el Hub de las Américas?

Cuando un viajero llega al Aeropuerto Internacional de Tocumen, puede trasladarse cómodamente hacia la Ciudad de Panamá utilizando transporte público, alquilando un auto o tomando los taxis blancos -son oficiales y la opción más directa para el transporte desde el aeropuerto-. Una vez en la ciudad, se abre un abanico de posibilidades para organizar su estancia según el tiempo disponible y el tipo de experiencia que se busque.

Un punto clave para los viajeros que vuelan desde Tucumán (Copa Airlines habilitó esa ruta) es la posibilidad de aprovechar el programa Panamá Stopover, que permite realizar una escala de entre 24 horas y hasta 7 días sin costo adicional sobre la tarifa aérea. Esta iniciativa convierte una conexión en una oportunidad para sumar una experiencia adicional en el país: gracias a las cortas distancias y la facilidad de desplazamiento, el viajero puede explorar algunos de los atractivos esenciales de Panamá antes de continuar hacia su destino final.

Ciudad de Panamá es una capital vibrante donde modernidad, historia y naturaleza conviven entre sí. Su red de transporte -metro, buses y taxis- facilita recorrer tanto los barrios modernos como los históricos y costeros. La ciudad cuenta con una amplia oferta hotelera, desde boutiques en el Casco Antiguo hasta grandes hoteles céntricos, lo que garantiza estadías cómodas y bien ubicadas. Esa combinación de accesibilidad y variedad la vuelve ideal tanto para un Stopover como para una estadía más extensa, permitiendo al viajero disfrutar de cultura, gastronomía -es la única capital del mundo reconocida por la Unesco como Ciudad Creativa de la Gastronomía- y naturaleza.

Además, su ubicación estratégica hace muy sencillo acceder a playas, islas y áreas naturales cercanas, convirtiéndola en un excelente punto de partida para explorar el resto del país y realizar distintas actividades.

Panamá se destaca por ofrecer experiencias muy diversas en todo su territorio.

Quienes buscan naturaleza y playas pueden viajar hacia Bocas del Toro, donde convergen cultura afrocaribeña, parques naturales y algunas de las mejores olas del país. En la costa del Pacífico, destinos como Santa Catalina y Playa Venao se han convertido en referentes para el surf a nivel regional. Para un viaje más ligado a la montaña y al café, Boquete y Tierras Altas son imperdibles: allí se producen algunos de los cafés más ricos del mundo -incluido el célebre café Geisha- mientras que las fincas cafeteras ofrecen recorridos, catas y experiencias inmersivas.

El país continúa profundizando su apuesta por un turismo sostenible, con iniciativas que ponen en valor la conservación de sus ecosistemas y el trabajo de las comunidades locales. Gracias a las comunidades indígenas, es posible acceder a experiencias inmersivas y respetuosas que permiten al viajero conocer de cerca sus culturas, tradiciones y formas de relación con la naturaleza. Muchas de estas actividades en selvas, montañas y territorios comunitarios se desarrollan bajo criterios de bajo impacto, generando un intercambio genuino y contribuyendo al fortalecimiento de sus prácticas culturales y su entorno natural.

Este abanico de posibilidades permite que cada visitante adapte su viaje según sus intereses, su presupuesto y su tiempo disponible. Panamá invita a descubrir un país diverso y dinámico, donde la cultura, la naturaleza y la hospitalidad local se combinan para ofrecer una experiencia única para los viajeros.

10 días en Ciudad de Panamá

Este itinerario de 10 días invita a combinar historia, naturaleza, cultura y relax: se inicia explorando el Casco Antiguo, con su arquitectura colonial, plazas históricas, iglesias y cafés. Luego, sugiere una caminata matinal por Cerro Ancón para disfrutar de vistas panorámicas y naturaleza tropical junto a la ciudad, y un paseo en bicicleta por la Cinta Costera hasta la Calzada de Amador, con paradas en mercados de mariscos y en el Biomuseo, un museo dedicado a la biodiversidad panameña. Más adelante, propone una inmersión en la selva y la naturaleza con actividades en la zona de Gamboa –como zip-line o paseos en bote por el Lago Gatún- y una visita a una comunidad indígena para conocer tradiciones ancestrales. También incluye un recorrido por la historia moderna del país con una visita al Canal de Panamá, ideal para ver el paso de grandes buques, y la posibilidad de disfrutar de la gastronomía local -desde un desayuno con dim sum hasta una cata del célebre café Geisha, o una salida gastronómica en alguno de los restaurantes más destacados de la ciudad-. Para cerrar, hay experiencias relajadas como una jornada de paddle boarding en Amador o una tarde de cerveza artesanal, combinando así naturaleza, aventura, historia y cultura en una sola escapada de 10 días.