Trabajar para Disney representa la aspiración profesional de innumerables directores y creativos a nivel mundial. Esta icónica productora no solo fue pionera de la animación occidental, sino que también es la creadora de un catálogo inmenso de historias inolvidables.
Disney lanzó el primer adelanto del live-action de Moana y reveló cuándo se estrenaraLa magia de producciones como El rey león o las recientes entregas de Intensamente demuestra que, ante piezas tan maravillosas, la edad del espectador se vuelve irrelevante. Esto se debe a que las películas de Disney y Pixar se enfocan en temáticas universales que resuenan con la experiencia humana, a menudo recuperando cuentos clásicos y leyendas de diversas culturas.
Las increibles reglas que las personas deben cumplir para trabajar en Disney
Existe un conjunto claro de tres reglas fundamentales que todo director debe cumplir al trabajar con Disney, ya sea en una producción de acción real (live-action) o en una película animada. El cineasta David Lowery, conocido por dirigir Mi amigo el dragón (2016), compartió estas estrictas prohibiciones durante una entrevista con Ain’t It Cool News, destacando la rigidez con la que la productora mantiene sus estándares de contenido familiar.
El realizador explicó que, al firmar un contrato con Disney, la compañía establece tres prohibiciones específicas que no admiten discusión. Estas son, literalmente, las únicas tres cosas que un director tiene terminantemente prohibido incluir en una película: decapitaciones, empalamientos o cualquier tipo de escenas de fumadores. Estas restricciones demuestran el compromiso innegociable de Disney con mantener un tono que proteja la sensibilidad de su amplia audiencia familiar.
La historia de las reglas de Disney: ¿por qué las implementaron?
Estas normas restrictivas no han sido permanentes, sino que representan una evolución en el esfuerzo de Disney por proteger a su audiencia infantil de ciertas imágenes explícitas o que puedan incitar al consumo. En el pasado, producciones como la adaptación de Alicia en el país de las maravillas (1951) sí mostraban personajes fumando, como la oruga, y el villano Pete también lo hacía en las primeras tiras de Mickey Mouse. Sin embargo, estas representaciones han sido eliminadas por completo de las producciones actuales.
El cineasta David Lowery lamentó específicamente la prohibición de incluir cigarrillos, recordando el impacto de escenas históricas como aquella en la que Pinocho fuma un puro y se pone rojo. La considerable reducción de la violencia explícita y el consumo de sustancias en las películas infantiles es coherente con las tendencias globales que buscan proteger a los menores de contenidos sensibles. A pesar de estas prohibiciones explícitas, las películas de Disney siguen siendo capaces de generar un profundo impacto emocional, o incluso "traumatizar," sin recurrir a la violencia gráfica, como lo demuestran las icónicas y trágicas muertes de personajes como la madre de Bambi o Mufasa.