Lando Norris y Oscar Piastri llegan como los principales aspirantes, mientras que el campeón defensor, Max Verstappen, parte —al menos en la previa— en inferioridad frente a los dos McLaren. Sin embargo, el neerlandés afronta la última carrera del calendario de Fórmula 1 con una ventaja psicológica nada menor.

El director ejecutivo de McLaren, Zak Brown, comparó recientemente a Verstappen con un monstruo de película de terror que vuelve para atormentar a Woking, una frase que el piloto se tomó con humor. “¡Que me llame Chucky!”, respondió entre risas antes del GP de Qatar, en referencia al popular muñeco de la saga cinematográfica.

Para Norris o Piastri, conquistar el título implicaría su primera corona. Verstappen, en cambio, podría sumar su quinto campeonato consecutivo, una hazaña que solo Michael Schumacher logró entre 2000 y 2004. 

A comienzos de noviembre, el neerlandés parecía fuera de la pelea: llegó a Las Vegas con 49 puntos de desventaja respecto de Norris y 25 sobre Piastri. Pero los errores de McLaren reavivaron sus opciones. Verstappen aterriza en Abu Dabi a 12 puntos del líder Norris y con una ventaja mínima sobre Piastri (+4). 

La presión recae en McLaren 

Los tropiezos del equipo papaya fueron determinantes: la descalificación de ambos autos en Las Vegas por incumplir el reglamento y, en Qatar, la decisión de no llamar a sus pilotos a cambiar neumáticos durante el coche de seguridad, mientras la mayoría de la parrilla sí lo hizo. 

Aun así, el escenario favorece a Norris: con solo subir al podio será campeón, sin depender de lo que hagan Verstappen o Piastri. El británico intenta correr sin mochila: “El año pasado buscábamos el Mundial de Constructores; este año aspiramos al de pilotos”, recordó.

Un desenlace inédito en una década

McLaren, dominador absoluto del campeonato, aseguró el título de constructores a comienzos de octubre y ahora va por el premio mayor. La última vez que la F1 llegó a la carrera final con tres candidatos al título fue en 2010: Sebastian Vettel se coronó en Abu Dabi frente a Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Mark Webber

Además del campeonato de pilotos, el domingo también se definirá el subcampeonato de constructores. Mercedes parte como favorito: tiene 33 puntos de ventaja sobre Red Bull, con 43 aún en juego. La posición final no es menor: determina el reparto económico que recibe cada escudería para el desarrollo del auto del año siguiente.