Esta madrugada, mientras estaba en un bar de Palermo, Joaquín Levinton sufrió una descompensación. En cuanto sintió un fuerte dolor en el pecho, perdió el conocimiento y debió ser ingresado a terapia intensiva del Hospital Fernández. El músico está fuera de peligro pero medios bonaerenses informaron que se trató de una afección cardíaca común: infarto de miocardio.

Se demora más de tres horas para acudir al médico frente a un posible infarto

Un infarto agudo de miocardio es un proceso que se da en el músculo cardíaco como resultado de la obstrucción de alguna de sus arterias. El corazón tiene dos pasos venosos principales: la coronaria derecha y la izquierda. La izquierda es la encargada de llevar la sangre al ventrículo y atrio izquierdo del corazón; mientras que la arteria derecha hace lo propio con el ventrículo y la aurícula derecha.

Según la Revista Argentina de Cardiología, el infarto agudo de miocardio (IAM) representa una de las principales causas de morbimortalidad en nuestro país.

Causas del infarto agudo de miocardio

El Hospital Austral indica como principales causas del IAM las siguientes:

- Las paredes de las arterias coronarias se engrosan por la acumulación progresiva de grasa (placa de ateroma) a causa del colesterol. Con el tiempo, esto puede bloquear el paso de sangre.

- La propia placa de ateroma se rompe y forma un coágulo dentro de la arteria bloqueándola.

- Se produce un espasmo en una arteria coronaria: una contracción repentina que dificulta o interrumpe el flujo sanguíneo.

Cómo prevenir el infarto de miocardio

Entre los factores de riesgo coronario que predisponen al infarto, están la edad, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, el estrés crónico y los antecedentes familiares. Si una persona tiene familiares que sufrieron un infarto –especialmente a edades tempranas–, tienen mayor riesgo de padecer esta patología, en particular si no controla otros factores de riesgo.

La franja etaria que más frecuentemente enfrenta infartos es luego de los 40 años. Para prevenirlo, a partir de los 30 años se recomienda hacer un control clínico con análisis de laboratorio, electrocardiograma y, si está indicado, una prueba de esfuerzo. Quienes tengan antecedentes de infarto a temprana edad pueden necesitar hacer chequeos periódicos desde antes.