El dormitorio es nuestro refugio de descanso, pero también el lugar favorito de huéspedes invisibles que pueden afectar nuestra salud. Entre la suciedad del uso diario, los ácaros, microorganismos que se alimentan de restos de piel y prosperan en la humedad, suelen colonizar las fibras de nuestros colchones. Sin embargo, existe un truco casero imbatible: el uso del bicarbonato de sodio.
Ollas y sartenes brillantes: la mezcla fácil y sencilla con bicarbonato que funciona siempeEste ingrediente, presente en casi cualquier cocina, se convirtió en el aliado número uno de la higiene del hogar. No solo es económico y fácil de conseguir, sino que su capacidad para neutralizar olores y desinfectar superficies textiles lo hace ideal para renovar el colchón sin necesidad de productos químicos agresivos.
El paso a paso del truco casero
Para aplicar este método de limpieza, la clave está en la precisión. Se debe preparar una mezcla de tres cucharadas de bicarbonato de sodio disueltas en 300 mililitros de agua. Es fundamental revolver bien hasta que no queden grumos. Luego, con un paño limpio humedecido en la solución, se debe frotar toda la superficie, incluyendo los laterales del colchón.
Una vez terminada la tarea, es vital el secado. El procedimiento requiere una aplicación cuidadosa para garantizar resultados efectivos y para evitar que la humedad facilite el desarrollo de otros microorganismos, según explicaron desde Infobae. Por eso, se recomienda ventilar bien la habitación o colocar el colchón cerca de una corriente de aire antes de volver a colocar las sábanas
Hábitos semanales para un descanso saludable
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) detalló una serie de pasos para limitar el desarrollo de ácaros en la habitación. Entre ellos, se destaca el lavado semanal de la ropa de cama, incluyendo sábanas y fundas de almohada, utilizando agua caliente, preferentemente a una temperatura igual o superior a los 60 °C". Esta temperatura es la única que garantiza la eliminación de los ácaros y sus huevos.
Otro pilar fundamental para mantener el dormitorio libre de agentes alérgenos es la circulación del aire. Abrir las ventanas apenas 15 minutos por día puede marcar una gran diferencia al reducir la concentración de humedad ambiental que tanto beneficia a estos microorganismos.