La Fórmula 1 volvió a mostrar su costado más distendido con la ya clásica dinámica del “Papá Noel secreto”, un juego que reunió a todos los pilotos que participaron de la temporada 2025. La categoría compartió el video del intercambio de regalos, en el que se ve a los corredores abriendo sus obsequios, reaccionando con sorpresa y tratando de adivinar quién había sido su amigo invisible. Entre ellos estuvo Franco Colapinto, que tuvo un rol destacado tanto por lo que recibió como por el presente que le tocó entregar.
El piloto argentino apareció en el video con la remera rosada de Alpine y un gorro navideño azul. Antes de abrir su paquete, se animó a una conjetura: “Creo que es alguien de Red Bull”, lanzó. Dentro encontró un muñeco estilo Funko Pop, con cabeza grande y cuerpo pequeño, lo que confirmó su intuición.
La reacción de Colapinto fue inmediata y genuina. “Es muy lindo, me encantaría tener uno mío. Lo voy a poner en el auto para ver si me trae suerte”, comentó entre risas, antes de agradecerle a Yuki Tsunoda, el japonés de Red Bull, quien resultó ser su Papá Noel secreto.
Con su regalo, Colapinto sorprendió a Bearman
Pero el argentino no sólo fue protagonista por su regalo recibido. También fue quien sorprendió a Oliver Bearman, joven piloto británico de Haas. Al abrir su paquete, Bearman encontró una remera negra con un diseño particular: un oso argentino con gorra y camiseta albiceleste, acompañado por el número 87. “Me pregunto quién pudo haberme regalado un oso argentino enojado… ¿el piloto argentino, tal vez?”, bromeó, antes de agradecerle públicamente a Colapinto.
El intercambio dejó además otras escenas divertidas. Alex Albon recibió de Fernando Alonso un libro de recetas españolas y no dudó en confesar que su plato favorito es la paella, aunque se quejó por la falta de fotos. Alonso, en tanto, fue sorprendido por Nico Hülkenberg con un bastón, que el español prometió usar “cuando haga falta”.
Entre los regalos más curiosos también aparecieron libros, camisetas, juguetes, kits deportivos y objetos personalizados, todos en un clima relajado que contrastó con la exigencia habitual de la competencia. El video cerró mostrando que, lejos de los boxes y los circuitos, la Fórmula 1 también sabe reírse de sí misma y celebrar el final de la temporada con humor y camaradería.