Gianluca Ferrari tiene la posibilidad de despegar definitivamente en Atlético Tucumán. Tras una temporada 2025 de contrastes, donde alternó titularidades, suplencias y algunas lesiones, el defensor de 28 años se perfila como uno de los referentes de la nueva última línea del "Decano". El escenario es propicio para que asuma el mando: las recientes salidas de Marcelo Ortiz y Miguel Brizuela en la zaga central, sumadas al vacío de liderazgo tras la partida de Guillermo Acosta, obligan a rearmar la columna vertebral del equipo.

El ex Godoy Cruz había arrancado el último Torneo Apertura como una pieza inamovible para el entonces equipo de Lucas Pusineri (fue titular en 13 de 16 partidos). Sin embargo, con molestias físicas de por medio y la gran irrupción de Cléver Ferreira, perdió terreno y solo fue titular en seis de los 16 encuentros del Clausura.

¿El dato alentador? Ferrari recuperó protagonismo en el cierre del año bajo el mando de Hugo Colace: fue titular en la victoria ante Godoy Cruz y en la derrota frente a Lanús. De cara a 2026, su presencia en el once inicial parece ganar fuerza, posiblemente compartiendo zaga con Ferreira o con Luciano Vallejo, el juvenil capitán de la Reserva que gana consideración en la pretemporada.

Trabajo duro y pragmatismo

Ferrari sabe que estas semanas son cruciales para dejar atrás la irregularidad del último año. "Me siento con muchas ganas. Me toque o no, hay que estar siempre disponible y al 100% para cuando el técnico lo disponga. Se pueden abrir huecos a lo último, como me tocó jugar los últimos tres partidos del torneo pasado. Hay que estar preparado siempre", contó a la salida de uno de los entrenamientos en el complejo José Salmoiraghi.

Y agregó, sobre la exigencia de la metodología de trabajo del nuevo entrenador: "La verdad que estamos bien, contentos y con ganas. Le estamos metiendo duro, hicimos varios dobles turnos, así que estamos mejorando día a día", destacó.

Además, explicó qué pretende el nuevo DT de sus zagueros. Lejos de misterios, la orden de Colace es el pragmatismo absoluto: "Pide lo normal. El defensor tiene que defender y el delantero tiene que meter goles. Pide no complicarse atrás, tratar de tener una salida limpia y, cuando no se puede, jugar simple".

El vacío que dejó el "Bebe"

Más allá de lo futbolístico, la pretemporada estuvo marcada por la ausencia del capitán Acosta. Ferrari no esquivó el tema y reconoció el golpe anímico en el vestuario: "Lo del 'Bebe' dolió; dolió por la clase de persona que es. Es un señor. Estuve hablando un poco con él, pero bueno, es fútbol y son decisiones que pasan", contó.

Consultado sobre si se anima a tomar la posta del liderazgo, el defensor fue cauto pero contundente: "Cada uno tiene su forma. Obviamente hay que tratar de seguir ese legado. Es uno de los mayores ídolos, pero hay que meterle y seguir para adelante. Acá hay un bien común que es Atlético Tucumán".

Prohibido relajarse

Con la mente puesta en la gira por Uruguay (pactada para el 12 al 16 de enero) y el inicio del Torneo Apertura (estipulado para el fin de semana del 24 y 25) Ferrari envió un mensaje claro hacia adentro: no hay margen de error. El equipo necesita sumar para no sufrir con los promedios ni la tabla anual. "Para mí son todos rivales directos. No estamos en condiciones de regalar nada ni de sobrar ningún partido, porque después terminamos sufriendo hasta el último", analizó con autocrítica.

Para cerrar, el defensor dejó una frase que resume su mentalidad para el año que comienza. "Hay que afrontarlo de la mejor manera y contagiar a la gente desde adentro hacia afuera. Se vio que sufrimos, pero fue por detalles corregibles. Estamos para laburar: si hay que hacer triple turno, lo haremos con tal de dejar al club bien arriba", explicó convencido.

En un Atlético que busca reconstruir su identidad, Ferrari levanta la mano. Sin estridencias, pero con la experiencia de quien conoce el paño, el central se postula para ser el caudillo que el "Decano" necesita en la batalla que se avecina.