La ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, permanece internada en el Sanatorio Otamendi, en la Ciudad de Buenos Aires, tras haber sido sometida a una intervención quirúrgica por un cuadro de apendicitis aguda con peritonitis localizada. Así lo informó este viernes el equipo médico a través de un nuevo parte oficial, en el que se confirmó que la paciente continuará bajo observación.

Según el comunicado difundido por el centro de salud, la ex mandataria evoluciona dentro del cuadro clínico esperado, aunque presenta un íleo posoperatorio, motivo por el cual se mantiene la indicación de internación. 

En el informe se precisó que continúa con drenaje peritoneal y recibe tratamiento antibiótico por vía endovenosa.

En ese marco, la doctora Marisa Lanfranconi explicó que Cristina Kirchner sigue con dieta líquida, sin poder avanzar por el momento hacia alimentos sólidos. “Por ahora, se mantiene la indicación de internación hasta la recuperación del estado de íleo”, señaló la profesional.

Qué es el "íleo posoperatorio", la complicación por la que Cristina Kirchner seguirá internada

A diferencia de una obstrucción mecánica (donde algo físico bloquea el paso), el íleo es una parálisis temporal del movimiento intestinal. "El intestino se pone en 'stop'", explicó el doctor Luciano Pereyra, gastroenterólogo. Los músculos de la pared intestinal dejan de contraerse, lo que detiene el tránsito normal de gases y sólidos. 

Existen tres factores principales que pudieron desencadenar el cuadro en la ex presidenta:

-Manipulación quirúrgica: el solo hecho de tocar y desplazar los órganos durante la cirugía de urgencia puede generar esta reacción.

-La infección previa: a pleritonitis (infección del peritoneo) que sufría la paciente es un irritante potente que "paraliza" el sistema digestivo.

-Uso de analgésicos: algunos fármacos utilizados para calmar el dolor postquirúrgico tienen como efecto secundario la ralentización del tránsito intestinal.

El diagnóstico se confirmó mediante una tomografía computada. Actualmente, Cristina Kirchner recibe "medidas de soporte", que suelen incluir reposo digestivo (ayuno), hidratación endovenosa y monitoreo estricto.

A pesar de la complicación, el parte médico destacó un dato clave: la paciente no presenta fiebre. Esto indica que, por el momento, la complicación es funcional (movimiento) y no una nueva infección o una falla de la cirugía original.

La ex mandataria continúa con tratamiento antibiótico endovenoso y drenaje peritoneal, a la espera de que su organismo recupere el ritmo natural de manera espontánea.