BEIRUT.- Algunos árabes lamentaron su muerte como un guerrero sagrado y un mártir, mientras que otros lo vieron como un "pilar del mal" cuyos mortales ataques contra EEUU desataron una represalia contra los musulmanes en todo el mundo.
Desde su Arabia Saudita natal hasta las costas del Golfo Arabe y los territorios palestinos, la muerte de Osama Bin Laden destapó las profundas diferencias que dividen a súbditos de gobernantes y a radicales moderados en el mundo árabe. La Autoridad Palestina respaldada por Occidente dio la bienvenida a su muerte como algo "bueno para la causa de la paz mundial". Su rival islamista Hamas, potencial socio en un Gobierno de coalición, deploró el hecho.
"Condenamos el asesinato y la muerte de un guerrero árabe sagrado", indicó Ismail Haniyeh, director de la administración Hamas en Franja de Gaza. Aquellos que lo veneraban rezaron para que la noticia no fuera verdad.
En tanto, muchos creen que Bin Laden y Al Qaeda crearon una catástrofe para el mundo musulmán ya que EEUU respondió con dos guerras, en Afganistán e Irak, y la palabra Islam pasó a ser asociada con terrorismo. "El daño que Bin Laden causó al Islam fue una atrocidad y una vergüenza colectiva", dijo Mahmoud Sabbagh Ahmed Saleh, un palestino jubilado. (DPA)