BUENOS AIRES.- El carpintero Ramón Néstor Altamirano, detenido como partícipe necesario en el secuestro y crimen de Candela Sol Rodríguez, ampliará hoy su declaración indagatoria, mientras que su esposa ratificó la denuncia contra el testigo de identidad reservada que acusó a su marido.
El abogado defensor del carpintero, Matías Morla, aseguró que el carpintero será llevado a los tribunales de Morón para que declare a las 9 ante el fiscal, Marcelo Tavolaro, y dijo que en la audiencia estará presente también el juez de Garantías Alfredo Meade. Altamirano, quien se había negado a declarar al día siguiente de su detención, el lunes de la semana pasada, está acusado de haber sido la persona que cuidó a Candela mientras estuvo en cautiverio.
La acusación en su contra surgió a raíz de la declaración de un testigo de identidad reservada que dijo que Candela estuvo cautiva en la casa del carpintero, en Charrúas 1081 de Villa Tesei, y que luego fue trasladada a la casa de Kiernan 992, a pocos metros de la suya. Por eso, ayer a la mañana, Nélida Pistan, la esposa de Altamirano, ratificó ante un fiscal la denuncia por falso testimonio de ese testigo.
"Es todo mentira lo que dice ese hombre. Yo estaba de viaje en Tucumán esos días. Quisiera conocerlo en persona para pedirle explicaciones y que me desmienta sus dichos", dijo Pistan.
La mujer cuestionó el trabajo del fiscal Tavolaro, y pidió que se investigue bien para que pongan presos a los que verdaderos culpables de la muerte de Candela. La niña, de 11 años, fue vista con vida por última vez el 22 de agosto, cuando salió de su casa. Tras nueve días de búsqueda, su cuerpo fue hallado dentro de bolsas de consorcio en un descampado lindero a la Autopista del Oeste. La autopsia reveló fue asfixiada entre 24 y 36 horas antes de su hallazgo.
Por el caso, están detenidos además de Altamirano, Gladys Cabrera, dueña de la casa de calle Kiernan; Hugo Elvio Bermúdez Rodríguez, sindicado como autor material del crimen; y Alberto Espíndola, detenido en un operativo realizado el lunes por la noche.
Recompensa
Por otra parte, uno de los cartoneros que encontró el cadáver de Candela se presentó en la Fiscalía para cobrar la recompensa que se ofrecía para localizar a la nena. Se trata de uno de los hombres que, junto a dos mujeres, encontraron el cuerpo en unos pastizales, a 35 cuadras de la casa de la pequeña.
No obstante, es poco probable que el hombre pueda alzarse con los $ 100.000 prometidos por la Gobernación, señalaron las fuentes consultadas. El 25 de agosto, cuando Candela llevaba cuatro días desaparecida, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, había anunciado que se pagaría ese dinero a quien aportara datos sobre el paradero de la niña. (Télam-DyN)