BUENOS AIRES.- Juan Martín Del Potro es adorado por los más chicos, idolatrado a cada paso en el Parque Roca, donde desde el viernes buscará, junto al equipo argentino de Copa Davis, dar un primer paso exitoso en la serie de cuartos de final frente a Croacia.

En cada metro que recorre, entre la zona de vestuarios y las canchas de entrenamiento, "Delpo" es seguido muy de cerca por la mirada de cientos de niños. El día de entrenamiento "albiceleste" transcurrió bajo la atención de alumnos de distintas escuelas de tenis, de la ciudad de Buenos Aires y del interior del país, que visitaron el predio ubicado frente al ex Parque de la Ciudad de Buenos Aires.

Los pedidos de fotos, autógrafos, e incluso el de aquellos más osados que le solicitaron una remera o una raqueta, se multiplicaron, como así también la amabilidad y la simpleza del tandilense para responder ante cada pedido.

La revelación
Al igual que esos más de 600 pequeños que inundaron el Parque Roca, Del Potro atesora un sueño de la infancia. El recuerdo traslada la mente a cuando el número 10 del mundo, en su Tandil natal, imaginaba que con la camiseta de su querido Boca imitaba las destrezas de su por entonces ídolo, hoy amigo, Martín Palermo, ya retirado de la práctica profesional del fútbol.

Por primera vez, "Delpo" se animó a deslizar su anhelo ante los medios. "(El fútbol) es un deporte que me gusta mucho, desde siempre, y ojalá algún día, cuando ya no trabaje de esto, pueda jugar unos minutos por los puntos", contó ilusionado Del Potro. También le consultaron por su charla con el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, ex presidente del club "xeneize", que los visitó.

Macri no felicitó a Del Potro por su gran presente tenístico, sino por su buen desempeño futbolístico en la despedida de Palermo, en La Bombonera. "Me dijo que sería barato para contratarme", concluyó "Delpo" con ironía.