Se fue a Nueva York con el objetivo de desarrollar una beca en la prestigiosa Juilliard School. Sin embargo, un giro del destino la llevó por un camino bastante distinto, aunque siempre vinculado con la danza: el tango. Hoy, casi 20 años después, la bailarina y coreógrafa tucumana Alicia Cruzado sigue cómodamente instalada en Manhattan donde no sólo actúa, sino que también dicta clases de tango. "Tengo mucha actividad, no puedo quejarme -celebró-. Aunque mis clases no se circunscriben al área de Manhattan, también viajo a otras ciudades".
Perteneciente a la llamada "generación de oro" del teatro San Martín, Cruzado tuvo en Tucumán una actividad tan intensa como la que desarrolla ahora en Estados Unidos: fue directora de la Escuela de Danza de la provincia y profesora de bailarinas que alcanzaron reconocimiento a nivel mundial. "En Estados Unidos me encuentro frecuentemente con bailarines que fueron mis alumnos en Tucumán. Y eso me enorgullece y gratifica. Hay mucho talento tucumano dando vueltas por el mundo", relató.
En Estados Unidos también realizó una actividad igualmente prolífica, aunque ya no vinculada con la danza clásica. Participó en el exitoso show "Tango pasión", fundó en Stowe (Vermont) la Sociedad Argentina del Tango (de la que es actualmente vicepresidenta) y trabajó en distintos espectáculos con renombradas figuras de la danza como Raúl Candal, Nadiezha Pavlova y Eduardo Caamaño. También está realizando una intensa tarea en el consulado argentino en Nueva York. Allí imparte lecciones de tango ad honorem desde hace ocho años, a una clase de entre 40 y 60 alumnos de todas las nacionalidades. "El interés por el tango ha crecido en todo el mundo -sostuvo-. A tal punto que hoy es un baile imprescindible en Broadway".
Lo más nuevo
Entusiasta militante de la vanguardia en materia de la danza, Cruzado también suele experimentar con nuevas técnicas. "En mis talleres estoy desarrollando algo que se llama biomecánica del movimiento, una técnica que aprendí justamente en la Universidad de Tucumán, con un equipo integrado por un matemático, un físico y un fisiólogo. Hoy, en Estados Unidos esta técnica alcanzó mucho auge porque tiene en cuenta todo lo relacionado con el movimiento. Es pura física aplicada a la danza. Y está en avance permanente. Ahora los bailarines se preparan con técnicas muy diversas. como el yoga bicro, que promueve el ejercicio en ambientes muy calientes. Eso está en boga en Estados Unidos y una de sus seguidoras más entusiastas es Paloma Herrera", cuenta.
Pero al margen de su actividad, Cruzado es una defensora acérrima de la danza en todas sus expresiones, especialmente el tango de salón. "El problema con mis alumnos es que quieren todo rápido y fácil, pero el tango no se aprende de esa manera. Lo que yo hago es elaborar las herramientas para que ellos puedan aprender, pero el trabajo es personal", afirmó.
Para lograr este objetivo, Cruzado creó una técnica muy efectiva, que está patentada y que viene desarrollando por muchos años: el "Tango workout". Está basada en el ballet, género con el que se inició en el baile, y tiene como base principal el balance y el sostén con un solo pie. "Es una manera de aprender a manejar tu cuerpo -apuntó-. En esto la biomecánica del movimiento me ayudó mucho".
Lo que más ha sorprendido hasta ahora a la profesora es el auge del tango alrededor del mundo, mantenido durante los últimos años. "Es increíble la popularidad que tiene este baile. Yo tengo alumnos de todo el mundo, y mantengo contacto con profesores que enseñan en China, Japón, Grecia, Nueva Zelanda y hasta en Indonesia. En Rusia, por ejemplo, es un verdadero boom desde hace casi una década, indicó. "Es que el tango es una danza sensual, elegante, romántica, y te da muchas posibilidades: la de socializar, comunicarte y crear", resumió la artista y docente.
Asombro
De paso por Tucumán -aquí viven su hija y sus nietos- Cruzado no dejó de expresar su asombro por el abandono en el que se encuentra la Escuela de Danza de la provincia. "Me da pena ver que no se ha evolucionado. Que todo está como paralizado y que encima hay proyectos para reconvertir la escuela en una suerte de colegio secundario. Me parece un despropósito absoluto. Cuando la escuela se creó tenía un objetivo sublime. En ella se formaron eximios bailarines que hoy se destacan en los escenarios del mundo. No merece este presente", criticó.
Respecto a la posibilidad de actuar en Tucumán, Cruzado se mostró bastante escéptica. "Desde que me fui no volví a bailar en los escenarios tucumanos", asegura, mientras reconoce por lo bajo que nunca fue invitada a participar en algún encuentro. "Ya se dará", agregó. Por lo pronto, durante esta visita tuvo la posibilidad de participar de un encuentro en un ateneo local de tango. Allí pudo mostrar algo de lo que hace en Estados Unidos. "Me quedé admirada por el talento y la capacidad de los jóvenes bailarines tucumanos -subrayó-. Especialmente los varones, tienen una presencia que subyuga. Bien por ellos".