Atrapar tarariras, por su voracidad y resistencia, resulta un atractivo irresistible para cualquier pescador. Y concretar una captura con un equipo de pesca con mosca es realmente indescriptible y no sólo porque se utiliza un equipo liviano que permite disfrutar aún más su lucha, sino porque el deportista afronta un desafío en cada tiro que efectúa para que la pieza tome el señuelo.
"Esta es una modalidad de pesca que crece día a día", se apura en aclarar Alejandro Trejo, fanático y docente de este tipo de pesca. "Otra ventaja es que se puede practicar en lugares cercanos", explica el joven, que anualmente prepara entre 20 y 40 personas en este arte llamado fly fishing.
El especialista asegura que tiene relevados lugares que están al alcance de todos. El Cadillal, las lagunas del Río Loro, la zona del puente de El Timbó y las ripieras de La Aguadita -recomienda ir a lugares privados para no ser víctimas de robos-, el Río Dulce en Termas de Río Hondo y la cola de El Frontal, entre otros sitios.
"Pescar tarariras con mosca es un desafío. Se lo hace en lugares no muy profundos con o sin vegetación. El deportista no sólo debe intuir dónde está la pieza, sino que además, como generalmente se utilizan señuelos de flote, observa el pique. En realidad se produce una explosión en el agua y después llega la lucha", relata entusiasmado.
Son tres los tipos de señuelos que se pueden utilizar: los puppers (actúan netamente sobre la superficie y producen chasquidos en cada pequeño tirón de la línea), los divers (se sumergen cada vez que se recoge la línea) y los streamers (actúan bajo el agua).
"Los señuelos blancos con cabeza roja, dorado con negro y moscas con mucho brillo son altamente efectivos para esta pesca. La vida útil de cada uno de ellos puede ser de 2 a 15 capturas", agrega Trejo, que recomienda el uso de un boga grip para después devolver las "taruchas" capturadas.
Desde hace bastante tiempo el fly fishing dejó de ser una actividad exclusiva. En el mercado hay muchas ofertas y por lo tanto los costos se han reducido considerablemente. Se puede pescar "taruchas" con un equipo número seis, que está integrado por caña ($ 600), reel ($ 300) y línea ( $ 200).
Esos son valores promedio, que se pueden incrementar según la calidad que busque el pescador y sin tener en cuenta el costo de leader (hay de todo tipo de precio en el mercado), el cable de acero (es necesario usar uno para evitar que la "tarucha" corte la línea) y la cantidad de moscas que quiera llevar el deportista ($ 15 cuesta cada una).
"Hay que probar la sensación que se siente en la punta de la caña cuando una de estas bestias muerde la mosca. Son experiencias que no se olvidan fácilmente", concluye Trejo invitando a los demás a vivir esta aventura.