CHILE.- Para Independiente la Copa Sudamericana era una fuente de energía. Cada triunfo y la esperanza de seguir sorteando rondas le daba aire para encarar un complicadísimo momento en el torneo doméstico, donde pena por el promedio desde hace rato. Sin embargo, para el "rojo" ya no hay manantial. Sucumbió en suelo ajeno en manos de Universidad Católica, que con dos penales acertados de Michael Ríos lo dejó fuera del certamen, sin boleto a semifinales. Fue 2 a 1.
El gol del empate, obra de Jonathan Santana, fue la última esperanza, que finalmente no valió más que el intento. Ahora el equipo de Américo Gallego no tiene otra que mejorar, y mucho, en el Inicial. Lo bueno es que aún está a tiempo. (Especial)