BUENOS AIRES.- Sonia Molina, víctima de un secuestro que se extendió por tres meses e incluyó violaciones y torturas, contó por qué fue a la casa de sus victimarios y qué vivió durante esos meses de tormento.
"Yo caí en la casa de ellos porque estaba desesperada, no tenía otro lugar en el mundo donde ir. Nunca pensé que ellos, que hablaban tanto de Dios, iban a hacerme esto, todavía me cuesta creer", confesó. "Sentía que me hacían mal, que me daban de comer para atragantarme, después para que no viera me sacudían con un spray de limpieza en los ojos", relató desde el Hospital Municipal, donde se recupera tras escapar de su cautiverio.
Molina, además, contó que sus secuestradores, la periodista Estefanía Heit y su pareja, Jesús Olivera, le pegaban con frecuencia. "No a diario pero muy seguido, más al final. Creo que me pegaban con los codos. No bien pase todo esto, me voy a Río Colorado", adelantó
La víctima, de 33 años, viajó desde Río Colorado, en Río Negro, hacia los alrededores de Coronel Suárez, en el sur de la provincia de Buenos Aires, convencida por Olivera, supuesto pastor que le prometía que allí encontraría su paz interior. Aparentemente, el fin de la pareja secuestra era quitarle el dinero que consiguió Molina, tras vender su casa. (DYN)