La representatividad de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) motivó una interna en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). José Antonio Cuellar se negó a que Aníbal Cabral Paredes ocupe la secretaría general de esa agrupación en la provincia.
Según argumentó, tal cargo está acéfalo. "Estamos normalizando la JUP en cada provincia; ya avanzamos en Chaco, Córdoba, Buenos Aires y San Juan", contó Cuellar. Por esto, pidió que los dichos de Cabral Paredes no se tomen como la voz oficial de la JUP.
Su pedido responde a declaraciones publicadas en LA GACETA, por una consulta que nuestro diario realizó a distintas agrupaciones, acerca de la eventual modificación del estatuto de la UNT, para que el rector, Juan Alberto Cerisola, acceda a una segunda reelección. En nombre de la JUP, Cabral Paredes había subrayado la necesidad de que se respete el estatuto y de que, en todo caso, las posibles reformas surjan de una asamblea. Además, se había manifestado por el sistema directo -un hombre, un voto- para elegir rector. Cuellar opinó distinto: "estaríamos de acuerdo en modificar el estatuto para un nuevo mandato de nuestro rector". Si bien Cabral Paredes no contestó el cuestionamiento sobre su vigencia como titular de la JUP local, denunció que Cuellar esconde un interés político. "Él figura como empleado contratado por el Rectorado; fue escrachado por la prensa en abril de 2010", dijo.
La cercanía de Cuellar con el Rectorado, según Cabral Paredes, también se refleja en el hecho de que aquel reivindica a la Federación Universitaria Argentina (FUA), que conduce Franja Morada -fuerza aliada al cerisolismo-. Por lo contrario, el grupo de la JUP de Cabral Paredes integra la "FUA de los Estudiantes", llamada FUA-K, por el vínculo con el kirchnerismo. "Cuellar es incoherente; dice apoyar la reelección de la presidenta, Cristina Fernández, pero forma parte de la FUA que va al paro y se manifiesta contra del Gobierno nacional", concluyó Cabral Paredes.