LOS ANGELES, Estados Unidos.- Un ritmo distinto, sacado del cuerpo, pero que suena como un perfecto tambor. Golpeando en simultáneo por tres personas a un hombre pasadito de kilos, transforman al sujeto en el instrumento para lograr una melodía muy entretenida y pegadiza.
En el video se los ve a los tres artistas pegándole a un hombre obeso desde la panza hasta la espalda, las nalgas y la boca para darle vida a una canción. Ellos no se identifican con un nombre y lo único que aparecen como dato en el video es que pertenece a SQWAK productions.
Claro, el toque final es para valientes, ya que quien funciona como una suerte de tambor humano recibe un tremendo cachetazo y no se queja. Bien por él. LA GACETA ©