CARACAS.- Una feroz reyerta entre bandas criminales y con la Policía en una cárcel cercana a Barquisimeto, en el suroeste de Venezuela, concluyó con la muerte de 55 detenidos y 90 heridos, aunque la cifra podría aumentar mientras se termina de retomar el control del penal. Este nuevo episodio puso en evidencia la crisis que atraviesa el sistema penitenciario en el país caribeño.
El violento pleito en el penal Centro Occidental (conocido como la cárcel de Uribana, que ahora será desalojada por completo) se desató por una requisa ordenada por las autoridades en busca de armas. Una fuente oficial, que pidió anonimato, señaló que entre las víctimas mortales hay un miembro de la Guardia Nacional, alcanzado por un disparo en la cabeza. "Hay muchos muertos por cuchillo, esa es una guerra entre panes (cabecillas de bandas criminales)", agregó.
Esa cárcel es considerada una de las más violentas, con frecuentes motines y la muerte de cientos de presos cada año. También es conocida por ser escenario de los llamados "coliseos", peleas entre presos con armas blancas para dirimir sus diferencias y ámbitos de negocio.
Según el sitio en Internet del Observatorio Venezolano de Prisiones, que estudia las condiciones del sistema penitenciario, el predio tiene una capacidad para 850 reos pero su población activa es de 1.427 (otras fuentes la elevan a 2.500 personas). "Si bien es cierto que las requisas son procedimientos necesarios para garantizar condiciones de reclusión acordes a los estándares internacionales, la realizada en Uribana no estuvo debidamente coordinada ni aplicada por expertos en labores de este tipo, quienes hicieron uso desproporcionado de la fuerza, que debe ser usada en modo excepcional y racional", denunció la ONG, que determinó que durante 2011 se registraron al menos 560 muertos y 1.457 heridos por peleas en prisión.
El año pasado, hubo una toma de más de dos semanas de un penal de Caracas y 25 fallecidos en un motín en la cárcel Yare I.
"Confusión trágica"
"Hubo una situación de confusión trágica que nosotros lamentamos mucho. Internamente, hemos ordenado una investigación amplia y un informe inmediato de lo que aconteció", aseveró el vicepresidente, Nicolás Maduro, en un mensaje televisado. "Las cárceles tienen que ser gobernadas por la ley y tienen que ser centros para la recuperación de quienes lamentablemente han caído en la delincuencia, la violencia y la transgresión de la ley", agregó.
"¿A quién le van a echar la culpa de esta nueva masacre en una cárcel de nuestro país? Este es un Gobierno incapaz e irresponsable", escribió el ex candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, en su cuenta de Twitter.
Casi 50.000 reclusos se reparten en 34 cárceles que fueron construidas para menos de un tercio de la población penitenciaria actual. Como en otros países latinoamericanos, en las prisiones venezolanas hay facilidad para acceden a armas, drogas, teléfonos celulares y computadoras con Internet, que los presos usan para seguir manejando sus bandas criminales desde adentro. (DPA-Reuters-Télam)