El primer hijo puede tener mayor riesgo de desarrollar diabetes o presión arterial alta debido a que tiene más dificultad para absorber azúcares, a la vez que presenta una disminución del 21% de la sensibilidad a la insulina en relación con sus hermanos menores. Tal fue el resultado de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda. "Aunque el orden de nacimiento por sí solo no es un indicador de enfermedad metabólica y cardiovascular, ser el primogénito puede contribuir al riesgo general de una persona", afirmó Wayne Cutfield. El informe fue publicado en el "Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism".

Sin embargo, también se vio que los primeros hijos tendían a ser más altos y más delgados que sus hermanos. Las diferencias metabólicas pueden deberse a cambios físicos en el útero de la madre durante el primer embarazo, que dan como resultado que el flujo de nutrientes al feto tienda a aumentar durante los embarazos posteriores.