Dos empleados de una heladería fueron víctimas de robo dos días seguidos, a la misma hora y con la misma modalidad: primero los amenazaron con un arma de fuego, luego los condujeron a un depósito y los maniataron con cintas de embalar. Ambos atracos ocurrieron a plena luz del día, en una sucursal de "Grido" situada en avenida Gobernador del Campo al 400, frente al parque 9 de Julio.
Hace dos martes, un individuo entró al local en horas del mediodía y pidió una torta helada. Uno de los dos empleados que estaban en el salón le entregó la compra. El cliente metió la mano en el bolsillo pero no sacó una billetera, sino un arma. Le apuntó a la cabeza y le ordenó que caminara hacia la pieza del fondo junto a su compañero.
Mientras les ataba las manos y los pies, un tercer empleado entró al local. Como advirtió lo que ocurría, huyó a buscar ayuda antes de ser visto por el ladrón. Pero no tuvo tiempo de atraparlo in fraganti, ya que el asaltante actuó en menos de dos minutos. Abrió la caja registradora, sacó todo el dinero que había y se fue.
Los jóvenes empleados todavía no se recuperaban de la traumática experiencia, al día siguiente, cuando la escena se repitió. Esta vez, el delincuente actuó con un cómplice, quien simuló ser un cliente y, de esa manera, respetaron la modalidad anterior. La única diferencia fue que, luego de reducir a las víctimas en el cuarto trasero, se alzaron con el dinero de la caja y la motocicleta de uno de los empleados.
"Para mí, volvieron por la moto. El día anterior ya la habían visto y no se la pudieron llevar porque escucharon que entró alguien al local", explicó Pablo Galván, uno de los propietarios de la heladería. A partir de esos dos hechos, el empresario tomó la decisión de incrementar las medidas de seguridad. El guardia que antes ingresaba a las 17, ahora trabaja desde que se abre hasta que se cierra el local.
Desarmaron la moto
Pese a que los delincuentes ingresaron con gorras, las cámaras de seguridad del local los registraron. Galván entregó esas imágenes a la Policía, que se encargó de localizarlos. Según informaron desde el Área Investigativa de la seccional 10°, se trata de un tal "Pepino" y un pariente suyo apodado "El alemán".
El martes allanaron el domicilio donde vivirían ambos, en el barrio El Sol de Las Talitas. Allí encontraron la gorra que llevaba uno de ellos durante el asalto y partes de la moto del empleado de la heladería. Uno de los delincuentes quedó aprehendido por la causa robo agravado, mientras que su cómplice no fue atrapado.