Era de noche. Una pareja de adolescentes estaba en el parque 9 de Julio. De repente se acercaron dos policías que recorrían la zona. Los efectivos exigieron la documentación personal y de la motocicleta en la que había llegado la pareja. Uno de los agentes aprovechó la oscuridad y violó a la chica.
El abuso ocurrió delante del joven, mientras que el otro agente no hizo nada para evitarlo, según lo afirmó la fiscala Adriana Giannoni (VIII° Nominación). Por esa razón, se dispuso la prisión preventiva contra los dos policías. La orden de detención se dictó contra los agentes Aníbal Leiva (imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado en concurso real) y Néstor Juan González (imputado de partícipe necesario).
La decisión judicial establece que ambos sean alojados en el penal de Villa Urquiza. Además se trabó un embargo por $ 30.000 a cada uno a fin de garantizar las costas procesales.
Leiva ingresó a la Policía de Tucumán hace 10 años; en tanto que González tiene una antigüedad de cinco años.
En medio del parque
El 22 de mayo de 2012, los policías se acercaron a la pareja, que conversaba en el parque. Se dirigieron al conductor de la moto y le pidieron la documentación del rodado, pero el joven no tenía más que su DNI, la tarjeta verde y el carnet de un primo. Entonces lo amenazaron con secuestrar la moto y el joven comenzó a rogar que no se la llevaran porque se la había sacado sin permiso a su papá.
El conductor de la moto revisaba sus bolsillos y el agente Leiva le iba preguntando: "¿cuánto tenés, chango, para que no te la secuestre?"... El joven le respondió que sólo tenía $ 50 y Leiva contestó que esa cantidad no le alcanzaba "ni para comenzar con esto", que hiciera un esfuerzo para sacar más plata.
"Amigo, esto es todo lo que tengo", insistió el joven, asustado, al sacar $ 70. Leiva le recibió la plata y le pidió: "andá para allá y hablala a la chica para que le tome los datos". Según consta en el expediente, González retuvo al joven mientras Leiva se alejaba con la muchacha. Después de caminar unos metros, alumbrándose con una linterna, se acercó a una planta y violó a la joven durante una hora. Al regresar al lugar donde esperaban González y el novio de la víctima, Leiva se dirigió al joven. "Volá de acá, no te quiero ver más aquí y llevala a esa chica adonde la has levantado", le ordenó.
Para la fiscala, tanto el acto cometido por Leiva como la complicidad de González fueron delictivas, ya que sin la participación de este último no se hubiera podido cometer la violación. "González no sólo no impidió el accionar de Leiva sino que también retuvo a la pareja de la víctima, prestando la cooperación necesaria para que se cometa el hecho", consideró Giannoni.
La clave en un apericia de ADN
1- Los dos imputados, al principio, negaron haberse encontrado con la pareja de jóvenes en el parque. Pero después uno de ellos dijo que conocía a la chica.
2- Uno de los policías no aceptó someterse a una pericia psicológica. En una ampliación indagatoria dijo que él no observó ningún ataque contra la menor de edad.
3- De Buenos Aires llegó el resultado del ADN que complicó al imputado. Las manchas de semen en la ropa de la víctima, lo delataron, según la fiscalía.