El ánimo de los trabajadores autoconvocados del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) está caldeado. Si bien desde hace meses que los pasillos de los hospitales escuchan quejas sobre los descuentos por el pago del Impuesto a las Ganancias, la situación se agravó tras el incremento salarial obtenido a principios de abril.
Durante la semana, en los centros de salud estatales se efectuaron asambleas en las que los empleados analizaron la situación. Durante el mediodía de ayer, en el Hospital de Niños, los delegados del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) celebraron un encuentro.
"El desconcierto es generalizado para todos y hay descontento. Algunos CAPS y hospitales ya propusieron efectuar quites de colaboración y hasta paros", explicó Miguel Varela, secretario de Comunicación del gremio.
Afirmó que la secretaria general, Adriana Bueno, pedirá una reunión urgente con el ministro de Salud, Pablo Yedlin, para aclarar varios puntos respecto de los descuentos. Exigirán una respuesta lo antes posible.
Varela explicó que los delegados plantearon en el encuentro que los empleados quieren saber cuál es el criterio para aplicar las mermas y a dónde va el dinero. "Hay colegas con la misma antigüedad a los que les descuentan cifras diferentes. También hay otros a los que les sacan el equivalente a lo que se les aumentó", detalló. Ejemplificó que las quitas se ubican entre los $ 100 y $ 3.000. Consignó que en algunas boletas el ítem figura como "DGI" y en otras, como "Impuesto a las Ganancias".
El 11 de abril se firmó el acuerdo para el incremento del 28,3% en la base de cálculo del sector (pilar del sueldo básico).