LONDRES.- Dos presuntos islamistas asesinaron en plena calle de un barrio de Londres al soldado británico, Lee Rigby, de 25 años y quien prestó servicios en Afganistán y en Chipre, en una aparente venganza política por la muerte de musulmanes en operaciones militares en el extranjero.
La emisora ITV difundió un video en el que Michael Adebolajo (de 28 años) tiene un cuchillo y un hacha de carnicero en sus manos ensangrentadas. "Nunca estarán seguros. Derriben a sus gobiernos. No se preocupan por ustedes. Hay musulmanes que mueren cada día; este soldado representa ojo por ojo, diente por diente", dice, para luego disculparse porque las mujeres debieron ver el crimen. "Pero en nuestro país las mujeres deben ver lo mismo", se justifica. Testigos afirmaron que los atacantes gritaban Allahu Akbar (Alá es grande, en árabe).
Los atacantes (no trascendió la identidad del segundo) atropellaron a Rigby con un auto Vauxhall azul, y después lo degollaron; el ataque fue tan frenético que se sospecha que intentaron decapitarlo. Luego se enfrentaron con la Policía, fueron heridos y están internados (uno de ellos, grave). Sus nombres ya figuraban en los servicios secretos antes del atentado, que fue interpretado como un acto terrorista. Son ciudadanos británicos convertidos a una vertiente radical del Islam y con conexiones con Nigeria, pero no se confirmó si con el grupo Boko Haram, cercano a Al Qaeda. Adebolajo era conocido por entregar panfletos con consignas radicales en Woolwich, donde fue el crimen. Varias viviendas de la zona y de sus cercanías fueron allanadas ayer por Scotland Yard, que concretó otras dos detenciones.
El primer ministro británico, David Cameron, calificó ayer de "repugnante" el asesinato y aseguró que el Reino Unido "enfrentará el terrorismo con toda su determinación", y con la ayuda de sus socios internacionales. El presidente norteamericano, Barack Obama, repudió "el extremismo violento y el terror".
Cameron aseveró que los atacantes "intentan dividirnos". "Deberían saber que algo así nos unirá más y nos hará más fuertes. Una de las mejores formas de vencer el terrorismo es continuar con nuestras vidas normales. Enfrentar el extremismo es un trabajo de todos", afirmó. "(Fue) una traición al Islam y a las comunidades musulmanas que han dado tanto a nuestro país. No hay nada en el Islam que justifique este acto totalmente atroz", sostuvo.
El premier elogió a Ingrid Loyau-Kennett, quien habló con un agresor (ver "Habló de..."). "Cuando le dijo que quería empezar una guerra en Londres, le respondió: 'va a perder, es usted contra muchos'. Habló por todos nosotros", dijo. El Consejo Musulmán Británico calificó al ataque de "acto bárbaro que no se basa en el Islam". (Reuters-DPA-Telam)
Una vecina trató de hacer hablar al terrorista armado
LONDRES.- Temor y preguntas en Londres. ¿Qué tipo de personas son los dos hombres que el miércoles mataron a un soldado del Ejército británico en plena calle con un cuchillo de carnicero?
Mientras los presuntos terroristas todavía tenían en sus manos los cuchillos ensangrentados, una mujer hablaba con ellos para intentar disuadirlos. "Vi un cuchillo de carnicero y un hacha (...) y sangre", agregó. "Pensé, ¿qué demonios?, creí que obviamente estaba un poco nervioso y que sólo había que hablar con él", explicó Ingrid Loyau-Kennett (foto), de 48 años y madre de dos hijos, en declaraciones al canal ITV. "(El atacante) dijo: 'No lo toque; yo lo maté'", relató la mujer. "Le pregunté ¿por qué? Dijo: 'es un soldado británico. Mató a gente. Mató a musulmanes en países musulmanes'". "Intenté hacerlo hablar sobre cómo se sentía", afirmó. "Habló de bombas cayendo y matando a mujeres, niños", añadió.
El director de la escuela encerró a los niños ante el temor a que se produjera un ataque. En el patio de juegos aterrizó un helicóptero de rescate y poco después, los transeúntes y vecinos comenzaron a dejar flores en el lugar de los hechos. Aunque el crimen no parece seguir los patrones de las estructuras terroristas, los expertos creen que se trata de un acto de terrorismo islámico. "Es la misma retórica que hemos visto en anteriores ataques", afirmó a la BBC Usama Hasan, de la Fundación Quillian de Londres, un instituto político dedicado al estudio de la lucha antiterrorista. "Los musulmanes tienen que luchar contra esa retórica", agregó.
La estación del overground (el metro de superficie de Londres) estaba ayer tomada por la policía. Los vecinos del barrio de Woolwich aún tenían sensación de alerta y el nerviosismo se sentía en las calles. Un grupo de personas recorrió una avenida cercana al asesinato en actitud violenta, ondeando la bandera británica y gritando frases en contra de los inmigrantes y los islamistas. "Este es un barrio pacífico y yo no recordaba nada similar desde el verano de los disturbios en 2011", aseguró una vecina. (DPA-Reuters)