Ganas tiene de sobra. Algunos se atreven a decir que sin él su equipo es otra cosa y no obtendría los resultados alcanzados hasta el momento. Carlos Alberto Romero no presume; al contrario, se considera una persona humilde, un verdadero compañero y lo mejor de todo es que está aprendiendo a querer a Bella Vista, con el que quiere llegar muy lejos.
"En los clubes que estuve, San Pablo y Atlético Concepción, me sentí bien, pero acá encontré lo que todo jugador necesita: un grupo maravilloso de amigos que está unido y corre en busca de un mismo objetivo. Queremos darles al club y a los hinchas la alegría de asegurar una plaza para el Torneo del Interior", afirmó el delantero que cantó seis veces gol con la camiseta de los "gauchos".
Carlos, como muchos de los jugadores que militan a nivel Liga, tiene que trabajar en otra actividad para poder solventar el mantenimiento de su familia. "Estoy en la construcción, con mi viejo. No es fácil ni liviana la tarea. En ocasiones, hasta los sábados me toca laburar. Un par de horas antes, dejo todo para poder cumplir con los partidos. Gracias a Dios no tengo inconvenientes", resalta el muchacho, de 23 años, que reside en San Pablo.
Romero pasa por un buen momento y lo aprovecha. "Es que más allá de la satisfacción personal que pueda sentir, está el hecho de que le sirve al grupo y a la vez al club. Esto es una familia y si a uno le va bien, lo disfrutamos todos por igual", remarca.
Se viene el duelo de mañana con Ateneo Parroquial, en Alderetes, y sobre este compromiso Romero se mantiene expectante. "Se pude dar un buen partido. Tengo entendido de que ellos juegan bien y se hacen fuertes en su cancha", analiza el artillero y le manda un mensaje al rival. "Pero eso no nos asusta. Bella Vista juega igual de local como de visitante. Intentamos darle un buen trato a la pelota. Somos un equipo solidario, todos corremos y metemos por igual. Aprendimos a no dar ventajas y a pelear cada pelota como si fuera la última. Con esa idea le saldremos a jugar a Ateneo", advierte.
Durante la charla con LG Deportiva, Romero tuvo palabras de agradecimiento para sus ex compañeros Fernando Robles y Fernando Fligman, dos asesinos de redes que conocen como pocos la profesión de goleador. "Me enseñaron muchas cosas cuando estuve con ellos en La Banda (Atlético Concepción). Me enseñaron cómo moverme en el área, cómo llegar por sorpresa. Siempre prestó mucha atención de los consejos que me dan y eso me ayuda a gozar de este momento", asegura.
Para el final, no podía faltar el mensaje de agradecimiento de Carlos. "Por suerte cuento con el apoyo incondicional de mi señora, Paula Espeche, y de mis padres. Cada uno de los goles que convierto se lo dedico a mi hijo Bautista. Ojalá siga con esta racha positiva".