"¡Caer está permitido. Levantarse es obligatorio!" dice un viejo proverbio ruso. Sin dudas, el Atlas, que nació como cine teatro Capitol, es un fiel exponente de este axioma. 

La sala de Monteagudo 250 es la única que perdura de los denominados cines de antes. Esos ámbitos oscuros de butacas y pantalla grande, donde se veía "cine en serio". Por supuesto, el Atlas, que en realidad es Salta al revés por una ingeniosidad de su propietario Honorio Abdenur, sigue vigente, pero en alguna medida se adaptó a la modalidad actual. El edificio (concluido en diciembre de 1930, pero inaugurado el jueves 19 de febrero de 1931), transmutó en un complejo bisala (Atlas 1 y 2) .

"El Capitol tenía capacidad para 1.100 espectadores cuando fue inaugurado por la North Argentine Filme. Esta empresa era del empresario Guillermo Renzi.

"Si mal no recuerdo, según me contó mi padre, creo que había 700 butacas en la platea y 400 en la tertulia. Esta última era una dependencia que se encontraba en la parte alta, posterior a las plateas. Allí se ubicaban los más bulliciosos y molestos, que con el tiempo fueron erradicados de la sala. Solían tirar de todo", describió Ernesto Ángel Núñez, de 56 años, que en su infancia solía concurrir a las matinés del único cine que sigue vigente en la capital tucumana.

La premier

Las dos primeras funciones del cinematógrafo de Monteagudo al 200 fueron a salas llenas de "público distinguido", tal cual consigna la crónica de la edición de LA GACETA del viernes 20/2/31.

En ambas funciones, que se desarrollaron a partir de las 19 y de las 21, respectivamente, proyectaron la película "Sombras Blancas en los Mares del Sur". Un filme estadounidense producido por la Metro Goldwyn Mayer, dirigida conjuntamento por W.S. Van Dyke y Robert Flaherty.

La crítica de LA GACETA de esa época afirma que "el film (sic), hablado en inglés, con traducción escrita en español, está basado en la obra de Frederick O'Brien, de 1919. Denuncia la agresión generada por la colonización europea entre los pueblos del Pacífico Sur. La Metro había elegido a Robert J. Flaherty luego del éxito que había obtenido con 'Nanook'. Pero éste decidió abandonar el rodaje al no poder lograr un completo control artístico, y fue sustituido por su asistente, W. S. "Woody"Van Dyke. A pesar de ser una película de ficción (un drama romántico), presenta un marcado tono documental, acentuado por su excepcional fotografía".

"'Il Sorpasso', dirigida por Dino Ricci con Vittorio Gassman y Jean-Louis Trintignant en los papeles principales, fue una de las películas que vi en el Capitol. Por entonces, las comedias italianas apasionaban a los cinéfilos del país. Y en este filme el guión era de Ettore Scola que ya brillaba. Era una sala amplia, pero un poco incómoda", describió el profesor Carlos Calvo, que vivió su niñez a dos cuadras del cine que erigió el constructor José Galucci Carullo.

Con varios cambios de dueños, desde que Renzi se desprendiera de la sala, el Capitol cerró sus puertas en 1977. Pero al año siguiente fue adquirido por Honorio Abdenur, que lo reabrió el 7 de marzo de 1979 con el nombre de Atlas.

Pero en 1994 hubo otro cierre. Fue en febrero y temporario, luego del cual la misma firma lo reactivó. En 1998, con Roberto Abdenur como adalid, le incorporaron a la sala nuevos equipos de sonido (envolvente o surround), que se estrenaron con "Los Expedientes X".

En diciembre de 2008 cerró hasta mayo de 2009, cuando continuó su derrotero como Atlas I y II hasta este presente "Rápido y Furioso 6" en 3D.

Desde el pullman

VENTILADA.- La sala del Capitol (primera foto de la derecha) era amplia y confortable. "Hecha especial para la exhibición de películas sonoras, dada su acústica, diseño y ventilación. Fue dotada de poderosos extractores de aire y múltiples ventiladores, estratégicamente dispuesto", según consta en los archivos de LA GACETA.

EL DÍA DOS.- El viernes 20 de febrero de 1931, a pesar de la calurosa jornada, otra vez trabajó a sala llena el Capitol. En el segundo día de su existencia exhibió "El Despertar del Amor", una creación de Vilma Bany, Walter Byron y el malogrado por actor Louis Wolheim.

DISTINGUIDOS.- Las familias más distinguidas del barrio Norte de la capital preferían al nuevo coliseo, como denominaban en sus comienzo al edificio del Capitol.

EL FRENTE.- La fachada (ver segunda foto de la derecha) del cine impresionaba a quienes concurrían por primera vez. La edificación era un diseño del constructor italiano José Galucci Carullo, que se radicó en el país en 1903.

REQUERIDO.- Galucci Carullo, que se instaló en esta provincia en 1910, era muy renombrado y requerido por los diseños y construcción de casas en Tucumán. Entre ellas las de Pedro Chenaut (Mendoza), Pedro Cossio y Luis Fagalde (25 de Mayo) y un salón biógrafo para Enrique Barbieri, en la 24 de Septiembre.

EL BUEN GUSTO.- La demolida confitería de 9 de Julio primera cuadra, en la década del 30, también pasaba cine en sus salones. Y anunciaba para el día de la apertura del Capitol "Las chicas lindas", un drama interpretado por Zuzú Pitti y Tom Moore y "La Persecución de la heredera", una comedia de Edns Murphy.

COMEDIA Y DRAMA.- Con "Simplemente no te quiere" una comedia-drama romántica de 129 minutos, se reabrió en abril de 2009 la sala chica del Atlas (Atlas 2). El día de la inauguración del Capital la película de estreno duraba 88 minutos.

TOM HANKS.- El Atlas 1, la sala grande, se reabrió en mayo de 2009 con la secuela de "El código Da Vinci", conocida como "Angeles y demonios", que al igual que la primera también es protagonizada por Tom Hanks.

TRIDIMENSIONAL.- En la actualidad, el Atlas también se plegó a la tecnología tridimensional y proyecta películas en 3D. Las funciones incluyen un solo filme.

REAPERTURA

El Atlas de 1979

Cuando sustituyó al Capitol, el Atlas fue dotado de aire acondicionado central, butacas superpullman, pisos de parquet y alfombrados. Al anunciar la transformación del cine original en el nuevo, Honorio Abdenur, que había adquirido el edificio de Monteagudo 250, aseguró: "Haremos especial hincapié en todo lo que se refiere a proyección y sonido, y en ese rubro se pondrán equipos para sonido magnético estereofónico. Por lo cual el Atlas parará a ser la única sala con esas características". Don Honorio era consciente que "al espectador hay que brindarle comodidades y posibilidades de comparar de qué es lo que se le da por el precio de una entrada a este espectáculo".