El portón de entrada estaba cerrado con llave. Sin embargo, eso no fue un impedimento para un delincuente que ayer, a plena luz del día, saltó la reja de la casa del ministro de Economía, Jorge Jiménez para entrar a robar.
La vivienda, ubicada en calle Pringles al 700, en Yerba Buena, no cuenta con custodia especial de la Policía, a pesar de que se trata de un integrante del gabinete del gobernador, José Alperovich. El propio Jiménez explicó que por decisión propia no tiene custodia en la puerta de su casa.
A media mañana, el delincuente saltó la reja, caminó por un pasillo en el costado de la casa hasta llegar al fondo de la vivienda, donde se comunica con una puerta de la habitación de la empleada doméstica. En ese sector de la casa (el fondo) hay dos perros de raza. Sin embargo, los animales no reaccionaron contra el ladrón. Por el contrario, la empleada declaró después a la Policía que el ladrón encerró a los perros en sus respectivas jaulas sin hacerse notar.
Perros silenciados
Ese punto parece ser clave en la investigación policial. Los agentes se preguntaban ayer por qué no reaccionaron los perros ante la presencia de un intruso.
Según fuentes tribunalicias, al momento en que el ladrón ingresó a la vivienda, no se encontraban allí ni el ministro Jiménez ni su esposa. La empleada se sorprendió con el delincuente apuntándole con un arma de fuego y dentro de la habitación.
"¡Dame la plata!" "¡Dame ya la plata!", repitió el hombre con el revólver en la mano. Los nervios no dejaban pensar a la mujer. Nunca antes había visto un arma tan cerca. Sentía miedo y los perros ni siquiera ladraban.
La casa del ministro Jiménez tiene ventanales amplios hacia el frente, una galería que funciona como garage, y un amplio patio hacia la calle.
Pero los movimientos del asaltante se sucedieron en el fondo de la vivienda. El delincuente le apuntó con el arma a la cabeza a la empleada para amedrentarla.
La mujer guardaba sus ahorros en una cajita, dentro de su habitación. En medio del susto, ella señaló el lugar donde tenía el dinero. El delincuente tomó la cajita en sus manos y salió de la pieza.
En su testimonio, la mujer dijo que el intruso no entró a las demás habitaciones de la casa. Detalló que retrocedió sobre sus pasos, salió al fondo de la casa, recorrió el pasillo del costado y salió por el mismo lugar por el que había entrado.
Una versión
Los investigadores consideraron que el delincuente no sabía que estaba en la casa de un funcionario del Gobierno, porque el atraco no duró más de 10 minutos. Después del mediodía, la noticia se propagó por todos lados. En ese momento, circuló una versión de un enfrentamiento entre policías y el delincuente. Sin embargo, el propio Jiménez desmintió que haya habido un tiroteo afuera de su casa.
El delincuente se llevó un botín de $ 1.000, que eran los ahorros que tenía la empleada doméstica.