BUENOS AIRES.- El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, advirtió que sólo va a romper con "las injusticias, las cocinas del 'paco', las mafias de los desarmaderos y la inseguridad", tras las duras críticas que, sin nombrarlo, le lanzó la presidenta Cristina Fernández el jueves. El mandatario volvió a diferenciarse del universo kirchnerista al ratificar su "vocación de servicio" con "espíritu de colaboración, no de confrontación, con espíritu de pacificar y de unir" y dijo: "cuando uno gobierna tiene que mirar la coyuntura pero tiene que mirar lejos".
Desde Tandil, donde inauguró una comisaría y entregó patrulleros, Scioli defendió su gestión. El mandatario había guardado silencio hasta ayer luego de que, el jueves, debió escuchar en un acto a la propia Presidenta lanzar duros reproches contra "algunos dirigentes que se hacen los idiotas", que "miran para otro lado" cuando la critican y no la "defienden" y que quieren tener "un millón de amigos".
Luego, la flamante jefa del bloque de diputados K, Juliana Di Tullio, respaldó los dichos presidenciales y alertó que el gobernador "tendría que aguantar los trapos" frente a las denuncias de corrupción que salpican a la Rosada, al asegurar que "no son tiempos de quedarse callado".
Ayer, Scioli reconoció el clima de expectativa que rodeaba a su reaparición pública tras la embestida kirchnerista, pero mantuvo su estilo conciliador, mientras las ásperas réplicas al cristinismo se las dejó a su entorno. "Sé que había mucha expectativa con respecto a mi presencia aquí por distintos motivos y para ver qué decisiones, qué definiciones, qué iba a romper", afirmó, al introducirse en el meollo de la cuestión. Ahí avisó que no estaba en su ánimo abrir una grieta con el oficialismo: "Yo voy a buscar lo que busco desde mi primer día de gestión, romper con las injusticias, con las cocinas de 'paco', con las mafias de los desarmaderos, seguir dando esta lucha sin tregua contra la inseguridad. Esperen de mí la misma vocación de servicio, la misma responsabilidad porque tengo 16 millones de jefes que son ustedes, los que me renovaron la confianza allá por el 2011 para que sigamos adelante trabajando de esta manera", precisó ante su auditorio, que rompió en aplausos.
Al margen de la habitual moderación del gobernador, de la que volvió a hacer gala, su entorno salió a defenderlo de los nuevos ataques del poder central.
El senador Baldomero "Cacho" Alvarez no ocultó su indignación por la arremetida contra Scioli y dijo no creer que "los argentinos hayan votado a la presidenta Cristina Fernández para que se sienta con el derecho de castigar a un gobernador que tanto puso al servicio de la patria. Tenemos una historia y una militancia que hace que nos sintamos absolutamente peronistas, pero creemos que es tiempo de cambios porque no podemos ser es aplaudidores, obsecuentes y alcahuetes", advirtió el legislador.
Alvarez, impulsor de la agrupación Juan Domingo, que promueve la candidatura presidencial de Scioli, recordó que el gobernador "fue quien en los momentos más difíciles del país nunca se escondió; siempre puso el hombro y la cara".
Por su parte, el diputado Guido Lorenzino advirtió que el pedido del kirchnerismo para que Scioli "aguante los trapos" y salga a defender a Cristina es el "mismo" que el sciolismo "pretende" a favor del gobernador por parte de legisladores del Frente para la Victoria provincial. "Lo que la Presidenta crudamente manifestó de que no se siente acompañada por algunos dirigentes o no siente que la defienden, en la provincia muchas veces nos sucede lo mismo", e instó a "cuidar a los gobernadores, que tienen una legitimidad popular superior a cualquiera de nosotros que somos legisladores". (DyN)