El avión apenas hizo sombra sobre la pista del aeropuerto Benjamín Matienzo cuando aterrizó ayer media hora después del mediodía y 10 minutos antes de lo que anunciaban las pantallas. Adentro, en el hall de espera, tres sonrisas se ensanchaban ansiosas y no sólo por la extrema puntualidad del vuelo: en esa aeronave volvían con el halo de la consagración dos nombres que habían partido con el de la esperanza. Ezequiel Radusky y Agustín Toscano, los directores tucumanos que obtuvieron una mención especial en el Festival de Cannes por su película "Los dueños", fueron unos de los últimos pasajeros en salir de la sala de arribos. Ambos tenían los ojos cansados, pero centelleantes. Decenas de anécdotas y casi un mes después, volvían a pisar la tierra -su tierra- en la que empezó a erigirse el sueño.
Cada uno cargaba con dos valijas, pero Toscano, además, llevaba alrededor del cuello los brazos ceñidos de su hija, una de las tres personas (junto con su madre y su hermano) que los aguardaban en el aeropuerto. Antes de subirse el auto que los devolvería a sus vidas, a sus afectos, a los paisajes de siempre, contaron a LA GACETA que, ya pasado a la historia el Festival, "Los dueños" sigue teniendo repercusiones.
"El sábado pasado se la proyectó en la cinemateca de Francia, que es una sala importante en la que se repitieron todas las películas de La Semana de la Crítica -la sección del Festival en la que compitió el filme- y próximamente se la pasará en el Pompidou, otro museo de París. En realidad, ahora empieza la carrera de la película porque es cuando comienza a circular en distintos festivales", explicó Radusky. Toscano agregó que fueron convocados al festival de Santiago de Chile, al que viajarán en agosto. "Los medios que más nos importaban, que son los argentinos, han hecho críticas muy buenas, al igual que otros, como el Hollywood Reporter, muy influyentes para la crítica internacional. Eso nos pone muy bien".
Pero la perspectiva de sentarse a escuchar los halagos de brazos cruzados no existe para los directores: mañana mismo, adelantaron, comenzarán a construir un próximo proyecto. "Ya nos están preguntando qué vamos a hacer en el futuro. Esta película ya está lista, sólo queda acompañarla en un recorrido que durará un tiempo determinado, pero hay que trabajar en la próxima idea y desarrollarla para conseguir inversores y andar el mismo camino que con 'Los dueños'", adelantó Radusky.
"Señor director"
Cannes ha sido para los tucumanos una lluvia de emociones y momentos intensos. Pero no dudan: cuando se les pide elegir aquel episodio que nunca más se les desprenderá de la memoria, ambos recuerdan el día del estreno. Era lunes y los tucumanos habían sido convocados unas horas antes de la proyección para asegurarse de que todo estaba en condiciones. "Fue muy emocionante ese ratito en el que hicimos la prueba final y revisamos el color, el sonido... El proyectorista era un auténtico amante del cine y nos preguntaba '¿está bien esto, señor director?'. Ellos trabajan todo el año para que esos 10 días sean perfectos", describió Radusky. "Ese día, además, se habló mucho de nuestra película y fuimos invitados a distintos eventos, desde la mañana a la noche, todos muy divertidos. Y terminó con una cena muy emotiva con nuestra familia y los distribuidores", añadió Agustín.
Toscano comentó también que en los momentos clave muchas personas se les venían en mente. "Todo el tiempo estuvimos acompañados de nuestros padres y eso nos hacía muy felices. Pero también pensábamos en los amigos que trabajaron con nosotros, porque no somos los únicos que hicimos la película, sino que estuvo involucrado un grupo de alrededor de 40 personas. Entonces nos acordábamos del esfuerzo que hicieron para que finalmente uno vaya y obtenga el reconocimiento. Eso es en un punto injusto, pero a la vez lindo porque es un premio a haber insistido tanto con el mismo proyecto. Hace cinco años que trabajábamos en esta película".
Tras tantos kilómetros recorridos, ¿Tucumán los aguardaba con algún festejo particular? "No -contestó Toscano-. Mi tía nos preparó un almuerzo, pero Ezequiel no quiere ir porque ya quiere reencontrarse con su perrito". Se ríen los dos y alzan las valijas para hundirse en la rutina de siempre. Hay nuevas aventuras en el horizonte.