BUENOS AIRES.- El encargado de edificio detenido por el crimen de Ángeles Rawson, cuyo cadáver fue encontrado el martes en una planta de tratamiento de residuos en José León Suárez, fue citado a indagatoria ayer a la tarde por el juez de Instrucción Roberto Ponce y se negó a declarar. Jorge Néstor Mangeri es desde hace 10 años el portero del edificio en el que vivía la adolescente junto a su familia. El hombre residía en el octavo piso del inmueble junto a su esposa, y habría quedado detenido luego de que tuviera dichos autoincriminatorios mientras declaraba como testigo, según informaron fuentes de la investigación.
Mangeri había declarado ante la fiscala María Paula Asaro, quien también escuchó la declaración de los integrantes de la familia de la adolescente asesinada, quienes permanecieron en la fiscalía por 14 horas. Alrededor de las 2, el padrastro de la víctima, Sergio Opatowski, se había sometido a un careo con el encargado. Luego, Asaro solicitó la detención.
Habló la esposa
Las numerosas versiones que circularon en los medios de comunicación en los últimos días, obligaron a la fiscala a dictar el secreto de sumario. Los que rompieron el silencio fueron los familiares del portero, quienes denunciaron que fue torturado para que se incriminara.
Diana Seatone, esposa de Mangeri, desvinculó a su esposo del crimen pero estimó que "quizás vio algo que no tenía que ver". "Está quemado. A la gente no se la trata así para que declare o se eche las culpas. No es común que se haga eso", cuestionó.
Según las declaraciones de la mujer, su marido sufrió dos aprietes antes de ser detenido. El jueves un automóvil Volkswagen "Polo" color negro y sin patente se le cruzó en la calle, y desconocidos lo amenazaron con un arma y le advirtieron que le iban a hacer una cama.
El segundo hecho habría ocurrido el viernes. "Lo paró un patrullero viejo para llevarlo a declarar y después de unas cuadras le pusieron un gorro negro y empezó el maltrato, en que lo golpearon, lo quemaron. Que es inocente, es inocente", afirmó la mujer. También llamó la atención que el portero haya pedido licencia desde martes, al día siguiente de la desaparición de la adolescente. "Ya venía mál desde el domingo porque habíamos comido asado. El lunes comió mucho yogur y le dolía la panza. El martes fuimos al médico. Le pusieron síndrome gripal y dijeron que es común. Tengo todos los estudios", lo defendió su esposa. (Télam-DyN-Especial)