LONDRES.- El ex empleado de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden, abandonó sigilosamente ayer el aeropuerto de Sheremetyevo en Moscú, donde estuvo 39 días, luego de que Rusia finalmente le diera su documento como refugiado en el país, que tiene el número 0011330. El asilo temporal comenzó el miércoles y durará un año, pero puede ser renovado.
Snowden estaba acompañado por Sarah Harrison, representante de WikiLeaks. "Durante las últimas ocho semanas hemos visto a la administración de Barack Obama no mostrar ningún respeto por la ley internacional o local, pero finalmente la ley está triunfando. Le agradezco a la Federación Rusa por brindarme asilo", afirmó en un comunicado difundido por el sitio de Internet.
"Es el hombre más buscado de la tierra. Tiene que pensar en su seguridad personal. No puedo decirles adónde se dirige. Puede vivir donde quiera en Rusia, es su decisión personal", afirmó su abogado, Anatoly Kucherena, al rechazar el pedido de la prensa de conocer su paradero. Nicaragua, Bolivia y Venezuela le han ofrecido asilo definitivo, pero el letrado aclaró que "actualmente (Snowden) no tiene intención de volar a Latinoamérica". Agregó que el estatus del estadounidense en Rusia es de asilado por "razones humanitarias".
Formalmente, Estados Unidos expresó su decepción por la decisión rusa. "Lo consideramos un desafortunado acontecimiento y estamos extremadamente desilusionados", aseveró el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, quien puso en duda la asistencia de Obama a una reunión prevista para septiembre con su par, Vladimir Putin: "se está evaluando la utilidad de ese encuentro". Una posibilidad es que limite su viaje a la Cumbre del G20, en San Petersburgo.
"Nuestro Presidente ha manifestado muchas veces sus esperanzas de que este caso no afecte a nuestras relaciones", señaló, a su vez, Yuri Ushakov, máximo asesor de política exterior de Putin.
Washington reclama la extradición del ex espía para que pueda hacer frente en su país a los cargos que se le imputan por revelar informaciones sobre el espionaje masivo de los servicios secretos norteamericanos a países tanto enemigos como aliados. Las filtraciones de que la NSA interfirió comunicaciones telefónicas y correos en Internet de funcionarios y ciudadanos de todo el mundo complicó las relaciones diplomáticas norteamericanas, especialmente con los Gobiernos europeos.
Más de la mitad de los rusos tiene una opinión positiva del estadounidense y el 43% quería que se le brindará asilo, según un sondeo de la firma Levada. (DPA-Reuters)