Lionel Messi está acostumbrado a jugar con compañeros que tratan bien a la pelota. Quizás por eso lo agarró desprevenido el pase del presidente de Israel, Shimon Peres. Porque el funcionario, de 90 años, lejos de ponersela en los pies, le lanzó un remate directo a la zona más sensible.
El hecho ocurrió cuando se hizo una distinción a Messi luego de una clínica de fútbol que el Barcelona ofreció a niños en Tel Aviv, la capital israelí. Tras la presentación de Messi y las palabras de Peres, el principal dirigente político del país hebreo esbozó el fallido pase, que no obstante Messi pudo retener. (Clarin.com)