"Dame todo lo que tengas o te mato", le dijo un ladrón que sostenía un cuchillo en su mano. Y le advirtió: "también tengo un chumbo". El miedo a morir que sintió la víctima en ese momento fue tan grande que tomó un cuchillo de una mesa y enfrentó al delincuente. Ocho horas más tarde, el asaltante murió en el hospital.
La historia comenzó el viernes a la mañana, cuando Ángel llegó al local comercial donde trabaja como empleado. A las 8.30, el joven de 28 años abrió las puertas de la colchonería "Josen", ubicada en Don Bosco 2401, y entró para iniciar su jornada laboral. Detrás suyo ingresó un supuesto cliente y se sentó en una silla para esperar ser atendido.
Fuentes policiales informaron a LA GACETA que el individuo comenzó a preguntar precios de distintos colchones y, en medio de la conversación con el empleado, sacó el arma blanca y lo amenazó de muerte. Como era temprano, Ángel todavía no había realizado ninguna venta y no tenía dinero en la caja registradora. Entonces le entregó su teléfono celular. Ante la insistencia del ladrón, comenzaron a forcejear. La víctima estiró un brazo, alcanzó un cuchillo que tenía sobre una mesa para uso personal y lo clavó en el estómago del delincuente.
A pocas cuadras
Con la herida sangrante, el ladrón salió del local y comenzó a correr por calle Saavedra hacia el norte. Mientras tanto, Ángel llamaba a la seccional 7ª para informar lo que acababa de ocurrir. De inmediato, un grupo de uniformados (a cargo del comisario Teófilo Rodríguez y del subcomisario Gustavo Garzón) emprendieron la búsqueda del delincuente herido.
Los policías alcanzaron al asaltante en la esquina de Saavedra y San Juan. Según relataron desde la comisaría, el individuo llevaba un cuchillo escondido entre su ropa, el teléfono celular de la víctima, un encendedor y un tarro con pegamento. Esos elementos quedaron secuestrados y una ambulancia trasladó al ladrón al hospital Centro de Salud.
En el quirófano
Ángel estaba en estado de shock. Fue a la comisaría y relató con detalles lo que había sucedido dentro del local. Los uniformados le comunicaron la situación a la fiscala Adriana Reinoso Cuello (VI° Nominación), quien no ordenó ninguna medida en contra del empleado comercial por considerar que actuó "en legítima defensa".
En el Centro de Salud, en tanto, los médicos decidieron intervenir quirúrgicamente al ladrón, quien ya había perdido demasiada sangre. A las 16.30 -precisaron fuentes policiales- no resistió la operación y falleció dentro del quirófano como consecuencia de un paro cardíaco.
Las fuentes señalaron que el delincuente era conocido en la seccional 7ª, donde había estado detenido en reiteradas oportunidades, siempre por robo y robo agravado. Su nombre era Martín Álvaro Rodrigo Dip Rivera, tenía 30 años y vivía en Marcos Paz al 3.300.