WASHINGTON.- Miles de personas se congregaron ayer en Washington para recordar el histórico discurso brindado por el líder de los derechos civiles, Martin Luther King, conocido como I have a dream (Yo tengo un sueño), al cumplirse medio siglo de ese hecho.
Manifestantes provenientes de todas partes del país se congregaron en las inmediaciones del monumento al presidente Abraham Lincoln, centro de la concentración por la igualdad racial. La marcha de ayer sirvió además para denunciar la actual discriminación a las minorías étnicas y sexuales, pese a los progresos de las últimas décadas; y manifestarse contra el uso de armas y las injusticias sociales como la pobreza y el desempleo y en defensa del medio ambiente.
King fue asesinado el 4 de abril de 1968, a los 39 años, por el racista James Earl Ray, cuando se encontraba en el balcón de un motel en Memphis. Cuatro años antes había obtenido el premio Nobel de la Paz. Ayer, activistas como Jesse Jackson retomaron sus palabras e instaron a los manifestantes a "seguir soñando". El fiscal general Eric Holder, también afroamericano, llamó a dar continuidad a la obra de su referente en nombre de la Justicia. También participaron el hijo del activista, Martin Luther King III, y los padres de Trayvon Martin, un joven muerto en Florida el año pasado y cuyo asesino fue encontrado inocente.
Entre la gente, Paul Griffin (de 63 años) dijo que "como los avances no eran suficientes, la lucha de la gente continúa". "El poder político está tratando de sacarnos todas las ganancias que hemos obtenido", sostuvo. Según Herman Glass, de 75 años, "el racismo siempre significó un gran cheque para los políticos; si pueden lograr que nos odiemos y peleemos entre nosotros, no tenemos tiempo de ver que están robando y llenando sus bolsillos".
Durante toda la semana habrá distintas actividades en toda la capital. El acto central será el miércoles, día exacto en que se cumple el aniversario de la gran marcha, con la participación del presidente, Barack Obama, quien será acompañado por los exmandatarios demócratas, Bill Clinton y Jimmy Carter. (DPA-Télam)
Manifestantes provenientes de todas partes del país se congregaron en las inmediaciones del monumento al presidente Abraham Lincoln, centro de la concentración por la igualdad racial. La marcha de ayer sirvió además para denunciar la actual discriminación a las minorías étnicas y sexuales, pese a los progresos de las últimas décadas; y manifestarse contra el uso de armas y las injusticias sociales como la pobreza y el desempleo y en defensa del medio ambiente.
King fue asesinado el 4 de abril de 1968, a los 39 años, por el racista James Earl Ray, cuando se encontraba en el balcón de un motel en Memphis. Cuatro años antes había obtenido el premio Nobel de la Paz. Ayer, activistas como Jesse Jackson retomaron sus palabras e instaron a los manifestantes a "seguir soñando". El fiscal general Eric Holder, también afroamericano, llamó a dar continuidad a la obra de su referente en nombre de la Justicia. También participaron el hijo del activista, Martin Luther King III, y los padres de Trayvon Martin, un joven muerto en Florida el año pasado y cuyo asesino fue encontrado inocente.
Entre la gente, Paul Griffin (de 63 años) dijo que "como los avances no eran suficientes, la lucha de la gente continúa". "El poder político está tratando de sacarnos todas las ganancias que hemos obtenido", sostuvo. Según Herman Glass, de 75 años, "el racismo siempre significó un gran cheque para los políticos; si pueden lograr que nos odiemos y peleemos entre nosotros, no tenemos tiempo de ver que están robando y llenando sus bolsillos".
Durante toda la semana habrá distintas actividades en toda la capital. El acto central será el miércoles, día exacto en que se cumple el aniversario de la gran marcha, con la participación del presidente, Barack Obama, quien será acompañado por los exmandatarios demócratas, Bill Clinton y Jimmy Carter. (DPA-Télam)