Era un adolescente de 16 años cuando sufrió un asalto por primera vez. Lucas Cazzuchelli caminaba feliz con la guitarra que le acababa de regalar su papá, pero dos delincuentes se la arrebataron. "Juro que nunca más me van a robar", dijo cuando volvió a su casa con las manos vacías. Tres años después, la desgracia volvió a cruzarse en su camino. Dos jóvenes armados intentaron quitarle la moto, pero esta vez Lucas se resistió y lo mataron de un balazo en el pecho. El joven de 19 años cayó muerto frente a la Escuela Técnica de Lules, la madrugada del 8 de junio pasado.
Lucas era músico. Tocaba la guitarra y el teclado. Además de trabajar en el lavadero de autos que funcionaba en su casa, asistía al Conservatorio de Música. Compartía esa pasión con sus seis hermanos. "Yo tenía siete hijos y me arrancaron al más mimado, al más consentido de todos", lamenta hoy Jesús Cazzuchelli, su papá, que recuerda a su hijo con tanto orgullo como dolor.
Desde las 7.30 de ese sábado 8 de junio, cuando la noticia de la muerte de Lucas tocó la puerta, la vida de Jesús cambió para siempre. No quiso quedarse sentado a esperar que la Policía hiciera algo. Con toda su tristeza, se juró que él se encargaría de esclarecer el hecho y se puso a investigar. Pasó noches enteras sin dormir, buscando contactos, siguiendo cada pista. Hace dos semanas, los dos presuntos asesinos fueron detenidos. Pero ni esa noticia calmó al hombre. "Voy a seguir hasta las últimas consecuencias y desbaratar los vínculos mafiosos que hay en Bella Vista, de donde salieron los asesinos de mi hijo", prometió.
En tribunales
Unos 300 policías llegaron a Bella Vista la madrugada del 15 de agosto con cinco órdenes de allanamiento. En una de las casas que inspeccionaron lograron detener al presunto autor material del crimen. Su cómplice, en tanto, logró escapar. Pero cuatro días después, decidió entregarse en tribunales.
La fiscala Marta Rivadeneira le tomó declaración al segundo detenido, que reconoció que fueron desde Bella Vista hasta Lules con la intención de "robar lo que sea", pero que él no estaba de acuerdo con el asesinato -según pudo conocer Jesús Cazzuchelli al acceder al expediente de la causa-. Después de matar a Lucas, ambos delincuentes discutieron mientras regresaban por la ruta. "¿Por qué lo mataste si queríamos robarle, nada más?", le recriminó a su compañero, que en reacción le disparó un balazo y lo hirió en el brazo.
Irían a Villa Urquiza
Fuentes policiales informaron a LA GACETA que el presunto autor material del hecho es un joven de 20 años, vinculado familiarmente con un funcionario estatal y con varios antecedentes. El individuo -según las fuentes- tenía un arma de fuego al momento de su detención, aunque no coincide con la utilizada para matar a Lucas. Su compañero, en tanto, tiene 22 años y sería el partícipe necesario del crimen.
El primero se encuentra alojado en la alcaidía de la Dirección General de Investigaciones, mientras que su cómplice permanece en la división Homicidios y Delitos Complejos. "Si esta semana les dictan la prisión preventiva, los dos serán trasladados al penal de Villa Urquiza", afirmó el comisario Hugo Cabeza, jefe de la división Homicidios.