El extenso programa de actividades previstos para ayer en El Timbó dejó varios pilotos felices, por triunfos y títulos, y satisfechos a los más de 1.000 espectadores que se acercaron al kartódromo a ver en acción a los 47 inscriptos.
La categoría Rotax del NOA, en sus tres divisiones, tenía por delante tres finales, y al final del día iba a coronar a sus campeones 2013. Finalmente los títulos habrían de decantar a favor de Ricardo García (Senior); de Valentín González (Junior) y del catamarqueño Ayrton Salvatierra (Micro).
A García le alcanzó ayer con salir segundo en las tres carreras para adjudicarse la corona. En todos los casos, fue escolta de Facundo Aranda, que pese al notable esfuerzo del final no pudo lograr el premio mayor del certamen. El jujeño Mauricio Márquez y Tulio Antonini (dos veces), ocuparon el tercer puesto en las competencias disputadas.
"Creo que la base de esta conquista estuvo en la regularidad que tuve a lo largo de la temporada. Además, pienso que gané en el momento justo, en la quinta fecha. Eso me dio el envión final para poder llegar a este final feliz", contó García, que ya había logrado coronas en el karting en 2010 (en 110cc) y 2011 (en 125cc).
Las tres finales resultaron un monólogo de Aranda y de García. Ambos viajaron muy juntos en todo momento. "Por un error en la carburación no pude lograr la pole, entonces sabía que tenía que llevar adelante una estrategia de presión en todo momento. Tampoco tenía mucho margen para superarlo a 'Facu'. Entre que él es un gran piloto y la pista, que no otorga muchas posibilidades de sobrepaso, no me quedó otra", agregó.
El concepcionense González también ganó las tres finales en Junior. Con ello, superó la línea en el certamen del correntino Joaquín Keil, que debió conformarse con ser segundo.
Salvatierra, en Micro, ganó todo lo que se puso en juego ayer. El subcampeonato fue para el luleño Tomás López Sucar.
Si bien el calor se hizo sentir, el espectáculo mantuvo su intensidad, desde que comenzó antes del mediodía. Por otro lado, el programa, pese a su extensión, se cumplió de manera impecable y sin incidentes ni accidentes.