Se escuchaba su canto, pero el gallo no estaba en la jaula. ¿Qué pasó?, se preguntaban quienes ayer visitaron la exposición del artista Leonel Marchese en el Centro Cultural Virla. Lo que ocurrió es que el animal hacía mucho ruido y esto generaba molestias durante las jornadas de Ciencias Exactas que se desarrollaban en el lugar. Entonces, el gallo fue llevado a las oficinas de la Secretaría de Extensión.
"Accedí porque tuve en cuenta que en el Virla también hay conferencias y otras actividades. El tema es que la instalación toma el espacio en forma sonora a través del canto del animal", dijo el artista.
Marchese inauguró en "Anti no anti" un conjunto de obras, en las que también participó en la noche de inauguración un lustrín, que aprovechó el cajón denominado "Asiento jaula", lo que el artista considera una acción performática. No es la primera vez que Marchese incluye animales en su obra. Pero, se queja, porque cuando ganó el segundo premio en el salón del MUNT no le permitieron que el gallo se quedara; y en el Museo Timoteo Navarro lo echaron al segundo día.
"Los animales fueron comprados y criados especialmente para que sean parte de mis obras", aclaró.