MOSCÚ.- Dos días después del abordaje de su barco Arctic Sunrise por parte de las autoridades rusas, la organización ecologista Greenpeace denunció ayer que sigue sin tener contacto con sus 27 activistas detenidos, entre los que están los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez.
"En cuanto el barco llegue a (el puerto ruso de) Murmansk veremos de qué acusan exactamente a nuestros activistas", indicó el vocero de la ONG, Jörg Feddern, ante las versiones de que serán procesados por piratería y terrorismo. "Las imputaciones son muy graves, pero desde nuestro punto de vista carecen de todo fundamento", agregó. La oficina de Greenpeace en Moscú acusó a su vez al servicio secreto FSB de actuar de forma ilegal y no haber informado a los afectados los motivos de sus detenciones.
Efectivos armados rusos abordaron la nave el jueves, después de que los ecologistas intentaran subir a una plataforma petrolera de la empresa petrolera estatal Gazprom en el océano Glacial Ártico para era colocar una pancarta con denuncias de contaminación. (DPA)