Son las 11 de la mañana. Después de mucho dudarlo decidiste que sí, que te vas a tener que meter al centro porque tenés que liquidar ese trámite que venís pateando hace semanas. Es una diligencia de 15 o 20 minutos, nada más, y sabés que te va a tomar mucho más tiempo llegar y estacionar el auto en una cochera. Eso en el mejor de los casos, porque una posibilidad es que en todas las guarderías que te crucés aparezca el temible cartel: "No hay lugar".
En lo que va del año, el 64% de las infracciones que hace la Municipalidad son por mal estacionamiento. ¿A qué se debe esta altísima cifra que, lejos de achicarse o estancarse crece todos los meses? Hay varias explicaciones, dependiendo a quién se le pregunte. "Por un lado vemos que hay un déficit de cocheras, que hay mucha más demanda que oferta. No sabemos si será un negocio rentable, pero hay menos de las que se necesitan", ensayó Carlos Soto, director de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Pero hay algo más, según el funcionario: "tiene que ver con la idiosincracia, creo que nos preocupamos poco por el otro: en el casco histórico tenemos calles muy angostas y aún así los vehículos estacionan en doble fila y complican el tránsito", opinó. Estacionar en doble fila, en lugares prohibidos o sobre la línea amarilla son las causas principales que engrosan las estadísticas de infracciones en la vía pública.
Fraccionados
Para los conductores el problema pasa por otro lado: "por uno, cinco o 15 minutos en las cocheras te cobran la hora completa, no fraccionan, y actualmente tenés que pagar entre $ 10 y $ 12 según la zona. Lo de la tolerancia en algunas guarderías es relativo, depende de la voluntad del que te cobra", manifestó Eduardo, un conductor que el viernes estacionó en un lugar prohibido para hacer "un trámite cortito" en el Correo, para lo cual dejó su auto con la baliza encendida. Vanesa Coronel, empleada de una cochera ubicada en 9 de Julio al 100, admite que no son muchos los estacionamientos que fraccionan la hora, pero sostiene que no es una opción que defina la elección de los automovilistas. "En realidad son las menos las guarderías que fraccionan. Algunas, por ejemplo lo hacen a partir de la segunda hora. De todos modos, en mi experiencia personal, no veo que los conductores pregunten si fraccionamos o no, simple dejan el auto o se estacionan en la calle", contó.
A Carlos Asar, propietario de una guardería en Catamarca al 200, no le sorprende la cantidad de multas por mal estacionamiento. "Es más, te diría que se labran solamente el 10% de las infracciones reales. Son muchísimas, se las ve todo el tiempo, no respetan ni las paradas de ómnibus ni las entradas a los garages ni nada", señaló. Él opina que sí existe un déficit de guarderías privadas pero que, aún así, las que hay no trabajan al tope de su capacidad. "La gente le esquiva a la cochera para ahorrarse los $ 10 que vale la hora. Quieren que fraccionemos la media hora, pero a nosotros se nos complicaría muchísimo eso por el enorme movimiento de vehículos que se generaría. Algunas cocheras, de hecho, cobran un mínimo de dos horas", contó.
Según Asar, uno de los motivos por los cuales hay menos cocheras de las que se necesitan es porque los terrenos que quedan libres se destinan a la construcción de edificios en altura.
Misión: que los conductores dejen el auto lejos del microcentro y lleguen caminando
A pesar de que reconocen que existe un déficit de lugares para estacionar en relación al enorme y sostenido crecimiento del parque automotor, la Municipalidad continúa firme en su plan de desalentar el acceso al centro con vehículos particulares y promover el uso del transporte público. Así resumió la postura oficial Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana.
Según se puede observar en el digesto normativo de la Municipalidad, la disposición más reciente referida a las cocheras y playas de estacionamiento se introdujo en 1996, prohibiendo tajantemente la instalación de nuevos emprendimientos en las calles Congreso entre Crisóstomo Alvarez y San Lorenzo; San Martín entre 25 de Mayo y Muñecas; 25 de Mayo entre 24 de Setiembre y San Martín. A su vez, la Ordenanza 412 de 1979, que aún sigue vigente, promueve la instalación de cocheras en las calles General Paz hacia el sur, Jujuy-Salta hacia el oeste, Santiago del Estero hacia el norte y avenida Avellaneda-Sáenz Peña hacia el este, eximiéndolas de ciertos requisitos constructivos.
Lobo Chaklián admite que la relación cantidad de vehículos que circulan en la ciudad (unos 5.000 diariamente) y lugares para estacionar es negativa, pero explica que mover una pieza en este enorme y complejo tablero implica, necesariamente, modificar el conjunto. "Abordar el tema del estacionamiento se complica porque abarca muchos aspectos del comportamiento de la ciudad. Implica hacer estudios profundos para que las modificaciones sean verdaderas soluciones", indicó.
Entre las ideas que se barajan para continuar limitando el flujo de vehículos en el centro está la posibilidad de desarrollar la zona de Marco Avellaneda y Suipacha. "Una vez que estén listos y funcionando los puentes y túneles de las calles Mendoza y Córdoba, sería interesante que la gente pudiera dejar su auto en esta zona y acceder caminando al centro", propuso el funcionario.
En los hechos, esta situación ya se está dando: "son muchos los conductores que dejan el auto en el predio del ferrocarril, en la Marco Avellaneda y se van caminando al trabajo. De este modo se ahorran la mensualidad. Pero ahora que está en obra suponemos que eso se tiene que acabar", señaló Carlos Asar, propietario de una guardería. En cuanto a las cocheras mensualizadas, el déficit se siente con mayor claridad. No todas las guarderías ofrecen esta modalidad porque, afirman, los números no cierran. Además, de los 1.065 edificios en altura que hay en el centro, un bajo porcentaje cuenta con sus propia cochera. "Calculo que un 40% tendrá lugar para guardar los autos y, los que tienen, ni siquiera llegan a cubrir las necesidades del edificio", finalizó Lobo Chaklián.