La Liga Mundial de hockey le puso otro sonido a "El Jardín de la República". Desde las primeras horas de la tarde de ayer, la selección de Corea del Sur está en la provincia. Otro dialecto se escucha por estas horas, además del holandés, el australiano, el neocelandés y el inglés; las selecciones que llegaron. Pese a las casi 40 horas de viaje que se notaban en sus rostros, ellas sonrieron. Y una sonrisa se entiende universalmente y rompe la barrera del idioma. Buena voluntad, es lo que se puede interpretar.
La afable predisposición de la capitana y un integrante de la delegación construyó el puente que unió. El vínculo fue así: periodista, en español; traductor, en inglés; coreano en su idioma y, finalmente, JongEun Kim respondió.
La capitana de Corea del Sur no hablaba inglés, pero lo mismo expresó sus sensaciones. Antes de aterrizar, Kim ya vislumbraba que no iba a ser difícil sentirse a gusto. "No es una ciudad grande, es bastante parecida a donde vivimos. Estamos a gusto", explicó.
Gestos para sentirse como en casa, aunque estén separadas de ella por miles de kilómetros, hubo. En el aeropuerto y después en el hotel una bandera verde fosforescente con una leyenda de bienvenida escrita en coreano, les dibujó la sonrisa que les permitió el cansancio.
"Fueron 40 horas de viaje. Es la tercera vez que vengo a Argentina y mis recuerdos son muy buenos", reconoció Kim que siente que atravesar el mundo para jugar al hockey vale la pena. Y si los planes salen como quiere, quizás firma si le proponen jugar para siempre la World League en esta latitud. "La meta es llegar a semifinales. Pero también queremos jugar la final y ganarla", se entusiasmó.
Para que el plan se cumpla, las coreanas saben qué equipos deben tener en la mira. El blanco lo hacen en uno que, por su condición de local, está erguido como el máximo candidato. "Argentina es la superestrella del hockey y será un rival muy difícil. Analizamos varios equipos, pero principalmente a Argentina y a Luciana Aymar", explicó una obviedad estratégica a nivel mundial.
Corea del Sur llegó con metas claras y consciente que cumplirlas no será fácil. Si bien tienen rodaje competitivo ya que en septiembre jugaron la Copa Asiática en la que fueron subcampeonas, para esta Liga Mundial se preparan desde hace apenas cuatro semanas. Pese a todo, Corea del Sur se siente a gusto en Tucumán... como en casa.